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Democracia en el Ecuador: avances y desafíos

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Introducción 

La democracia es el sistema político que permite a los ciudadanos ser protagonistas de su propio destino, no solo a través de elecciones, sino también mediante la defensa de derechos, la rendición de cuentas y la construcción de un Estado más justo. En el caso del Ecuador, el retorno a la vida democrática en 1979 marcó el inicio de un camino lleno de avances, retrocesos y tensiones que aún hoy definen la relación entre el poder y la sociedad.

Durante más de cuatro décadas, el país ha vivido etapas de esperanza y transformación, como la ampliación de derechos y la reducción de la pobreza, pero también momentos de profunda inestabilidad, crisis económicas, polarización política y desconfianza hacia las instituciones. Esta trayectoria refleja que nuestra democracia, aunque resiliente, sigue siendo frágil y necesita consolidarse en aspectos clave como la transparencia, la participación ciudadana y la equidad social.

Este artículo ofrece una mirada al recorrido de la democracia ecuatoriana desde 1979 hasta la actualidad, analizando sus logros, limitaciones y los desafíos que enfrenta para convertirse en un verdadero instrumento de bienestar, dignidad y justicia para todos. Democracia sin igualdad es solo un disfraz de libertad.

¿Qué es la democracia?

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de septiembre como el Día Internacional de la Democracia (el 8 de noviembre de 2007), reconociendo su valor como pilar esencial para la convivencia pacífica y el desarrollo de los pueblos.

La democracia es más que un sistema de gobierno: es un conjunto de valores que garantizan libertad, igualdad y participación ciudadana. Si bien se expresa en elecciones libres y transparentes, su verdadera esencia está en el diálogo, la rendición de cuentas, la independencia de poderes y el respeto a las minorías. No basta con votar; la democracia se construye día a día en la capacidad del pueblo de exigir transparencia, justicia y respeto a sus derechos.

Democracia en el Ecuador: 1980–1996

Tras el retorno a la democracia en 1979 hasta 1996, el Ecuador vivió una etapa de consolidación democrática pero también de profunda inestabilidad política y económica.

Jaime Roldós Aguilera (1979–1981): impulsó políticas sociales y de derechos humanos, pero su muerte en 1981 truncó ese proyecto.

Osvaldo Hurtado Larrea (1981–1984): enfrentó una grave crisis económica y aplicó ajustes que generaron tensiones sociales.

León Febres Cordero (1984–1988): gobernó con mano dura y un estilo autoritario, con denuncias de violaciones a los derechos humanos.

Rodrigo Borja Cevallos (1988–1992): buscó fortalecer la institucionalidad y priorizó educación y salud, pero las limitaciones económicas restringieron sus reformas.

Sixto Durán Ballén (1992–1996): impulsó la “modernización del Estado” y enfrentó la guerra del Cenepa (1995), aunque su gobierno terminó debilitado por la crisis económica y el descontento social.

Avances: elecciones periódicas, mayor participación política y un marco institucional más sólido.

Limitaciones: débil gobernabilidad, conflictos entre poderes del Estado y dependencia económica del petróleo.

Resultado: aunque la democracia se mantuvo, la ineficiencia y la corrupción generaron un desencanto ciudadano que sentó las bases de la inestabilidad posterior (1997–2006).

Democracia en el Ecuador: 1997–2006

Entre 1997 y 2006, el Ecuador vivió una de sus etapas más críticas de inestabilidad política e institucional, marcada por la salida anticipada de tres presidentes, crisis económicas recurrentes y un profundo desgaste en la legitimidad del sistema democrático.

Abdalá Bucaram Ortiz (1996–1997): su estilo populista y confrontacional generó polarización; fue destituido por el Congreso en medio de protestas masivas.

Fabián Alarcón Rinera (1997–1998): lideró un gobierno de transición y convocó a la Asamblea Constituyente que aprobó la Constitución de 1998, sin lograr estabilidad.

Jamil Mahuad Witt (1998–2000): enfrentó la crisis bancaria y la pérdida de ahorros; instauró la dolarización (2000) antes de ser derrocado por un levantamiento cívico-militar.

Gustavo Noboa Bejarano (2000–2003): consolidó la dolarización y estabilizó parcialmente la economía, aunque persistieron pobreza y desigualdad.

Lucio Gutiérrez Borbua (2003–2005): llegó con apoyo popular e indígena, pero perdió legitimidad tras aliarse con las élites tradicionales; fue destituido durante la “rebelión de los forajidos”.

Alfredo Palacio González (2005–2007): asumió tras la caída de Gutiérrez y buscó mantener la estabilidad y preparar las elecciones de 2006.

Avances: continuidad en las elecciones y la sucesión constitucional, así como el protagonismo de una ciudadanía más activa (movimiento indígena y protestas urbanas).

Limitaciones: inestabilidad presidencial, crisis económica, corrupción y pérdida de confianza en las instituciones.

Consecuencias: el desgaste del sistema político tradicional abrió el camino al ascenso de Rafael Correa en 2007, quien planteó un nuevo modelo plasmado en la Constitución de 2008.

Democracia en el Ecuador: 2007–2017

Con la llegada de Rafael Correa en 2007, el país inició un nuevo ciclo político tras años de inestabilidad. Su proyecto, la Revolución Ciudadana, marcó una etapa de transformaciones profundas en lo político, social y económico.

Constitución de 2008: producto de la Asamblea de Montecristi, amplió derechos individuales y colectivos, reconoció el Buen Vivir (Sumak Kawsay) y fortaleció el rol del Estado en la economía y en servicios sociales.

Estabilidad política: Correa ganó las elecciones de 2009 y 2013, consolidando un liderazgo fuerte con amplia mayoría legislativa.

Avances sociales y económicos: hubo gran inversión en infraestructura, vialidad, educación, salud y programas sociales; la pobreza se redujo y mejoró el acceso a servicios básicos, apoyado por la bonanza petrolera y el endeudamiento externo.

Tensiones políticas: el estilo confrontacional de Correa generó polarización y conflictos con la prensa, sectores indígenas y organizaciones sociales, levantando cuestionamientos sobre autoritarismo dentro del sistema democrático.

Corrupción y desgaste: los escándalos vinculados a Odebrecht y la caída del precio del petróleo desde 2014 debilitaron la legitimidad del gobierno y limitaron su capacidad de acción.

Avances: estabilidad política tras décadas de inestabilidad, ampliación de derechos, reducción de la pobreza, fue el 2do país más seguro  del continente y modernización de la infraestructura social y económica.

Limitaciones: concentración de poder en el Ejecutivo, debilitamiento de los contrapesos institucionales, polarización y corrupción.

Consecuencias: la democracia mostró fortaleza electoral, pero también fragilidad institucional, al depender de un liderazgo personalista y dejar una ciudadanía dividida y desconfiada de sus instituciones.

Democracia en el Ecuador: de 2017 a 2025

Entre 2017 y 2025, la democracia ecuatoriana atravesó un ciclo marcado por la polarización política, debilitamiento institucional, inseguridad y limitaciones en inversión social.

Gobierno de Lenin Moreno (2017–2021): inició con la herencia de la Revolución Ciudadana, pero se distanció de su antecesor y giró hacia políticas de corte neoliberal. Impulsó consultas populares sobre corrupción y medioambiente, aunque su mandato se vio empañado por escándalos políticos y de corrupción, lo que produjo pérdida de confianza ciudadana. La inversión en obra pública, salud y educación se redujo frente a ajustes económicos y presiones externas.

Gobierno de Guillermo Lasso (2021–2023): enfrentó un contexto de crisis pos-pandemia, creciente violencia ligada al narcotráfico y protestas sociales por medidas económicas. Su gestión estuvo marcada por la gobernabilidad frágil y una baja ejecución de obra pública y programas sociales, lo que aumentó el descontento ciudadano.

Gobierno de Daniel Noboa (2023–2025; 2025–2029): llegó en un escenario de urgencia política y de seguridad, declarando un “conflicto armado interno” contra el crimen organizado. Aunque impulsó reformas administrativas para reducir el gasto estatal, no logró garantizar condiciones de seguridad efectivas. Su reelección en 2025 refleja tanto la expectativa de cambio como la falta de alternativas sólidas por las demás organizaciones políticas. Persistió la escasa inversión en sectores sociales clave, como salud y educación, lo que profundizó el malestar ciudadano.

La democracia ecuatoriana en este período mostró resiliencia electoral, pero también una gran fragilidad institucional y social. Los principales rasgos fueron:

 

  • Altos índices de inseguridad y violencia política vinculados al crimen organizado.
  • Reducción de inversión en obra pública y programas sociales, con efectos en la calidad de vida.
  • Menor inversión en educación y salud, debilitando el acceso a derechos fundamentales.
  • Desconfianza ciudadana en las instituciones y polarización que obstaculizó consensos.

En suma, entre 2017 y 2025 la democracia en el Ecuador se sostuvo en las urnas, pero quedó seriamente cuestionada en su capacidad para garantizar seguridad, bienestar social y confianza en el Estado.

Gobernantes de Ecuador desde el retorno a la democracia 

Desde el retorno a la democracia en Ecuador el 10 de agosto de 1979, han trascurrido 46 años a la vida democrática. Han existido 16 presidentes de la república, de los cuales 11 han sido elegidos por el pueblo en elecciones democráticas; 7 presidentes concluyeron el periodo para el cual fueron electos; 5 presidentes han sido encargados para completar el mandato; 5 presidentes electos no concluyeron su mandato (1 por fallecimiento, 3 fueron derrocados y 1 por muerte cruzada).

Jaime Roldós Aguilera, 10 de agosto de 1979 al 24 de mayo de 1981, con un período de gobierno de 1 año 9 meses (falleció en un accidente aéreo).

Oswaldo Hurtado Larrea, 24 de mayo de 1981 al 10 de agosto de 1984, con un período de gobierno de 3 años 3 meses.

León Febres Cordero, 10 de agosto de 1984 al 10 de agosto de 1988, con un período de gobierno completo de 4 años.

Rodrigo Borja Cevallos, 10 de agosto de 1988 al 10 de agosto de 1992, con un período de gobierno completo de 4 años.

Sixto Durán Ballén, 10 de agosto de 1992 al 10 de agosto de 1996, con un período de gobierno completo de 4 años.

Abdalá Bucarán Ortiz, 10 de agosto de 1996 al 6 de febrero de 1997, con un período de gobierno de 6 meses (fue destituido por en Congreso).

Rosalía Arteaga Serrano, del 9 al 11 de febrero de 1997, con un período de gobierno de 3 días.

Fabián Alarcón Rivera, 6 de febrero de 1997 al 10 de agosto de 1998, con un período de gobierno de 1 año 6 meses.

Jamil Mahuad Witt, del 10 de agosto de 1998 al  21 de enero de 2001, con un período de gobierno de 2 años 5 meses (fue derrocado por un golpe de estado).

Gustavo Noboa Bejarano, 22 de enero de 2001 al 15 de enero de 2003, con un período de gobierno de 2 años.

Lucio Gutiérrez Borbua, del 15 de enero de 2003​ al 20 de abril de 2005, con un período de gobierno de 2 años 3 meses (fue destituido por el Congreso).

Alfredo Palacio González,  del 20 de abril de 2005 al 15 de enero de 2007, con un período de gobierno de 1 año 9 meses.

Rafael Correa Delgado, 15 de enero de 2007 al 24 de mayo de 2017, 10 años 4 meses de gobierno con periodos completos.

Lenin Moreno Garcés, 24 de mayo de 2017 al 24 de mayo de 2021, con un período de gobierno completo de 4 años.

Guillermo Lasso Mendoza, 24 de mayo de 2021 al 23 de noviembre de 2023, con un período de gobierno de 2 año 6 meses

Daniel Noboa Azín, 23 de noviembre de 2023 al 24 de mayo del 25, con un período de gobierno de 1 año 6 meses. Y del 24 de mayo del 25 al 24 de mayo de 2029 (en proceso)

Esa fragilidad nos demuestra que nuestra democracia todavía está “gateando”. Porque cumplir años no significa madurar. Madurar significa erradicar la pobreza, vencer el desempleo, derrotar la desnutrición infantil y acabar con el analfabetismo. La democracia no se mide por calendarios ni discursos, sino por las condiciones de dignidad en las que viven sus ciudadanos. La democracia ecuatoriana resiste, pero aún no madura.

Acciones para fortalecer la democracia en el Ecuador

Para consolidar y mejorar la democracia en el país, es necesario trabajar en varios frentes:

  1. Fortalecer la educación cívica: Una ciudadanía informada y consciente es la base de un sistema democrático sólido.
  2. Garantizar la independencia de los cinco poderes: El Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) y Electoral, deben actuar sin presiones políticas para garantizar el equilibrio institucional.
  3. Combatir la corrupción: La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para recuperar la confianza de la ciudadanía en sus gobernantes.
  4. Promover la participación ciudadana: Espacios de diálogo, consulta y control social deben ser fortalecidos más allá del voto.
  5. Respetar la libertad de expresión: Un periodismo libre y una sociedad civil activa son fundamentales para vigilar el poder. 

Los beneficios de la democracia

La democracia ofrece múltiples beneficios para una sociedad:

  • Garantiza derechos y libertades: Permite la libertad de pensamiento, de expresión y de asociación.
  • Fomenta la participación ciudadana: Los ciudadanos son protagonistas en la toma de decisiones.
  • Impulsa la estabilidad política: Aunque imperfecta, la democracia ofrece mecanismos pacíficos para la resolución de conflictos.
  • Favorece el desarrollo social y económico: Un sistema democrático bien consolidado genera confianza en la inversión y en las instituciones.
  • Protege a las minorías: Reconoce la diversidad cultural, étnica y política del país. 

Conclusión

La historia democrática del Ecuador, desde 1979 hasta la actualidad, es la de un país que ha aprendido a resistir y reinventarse en medio de crisis, conflictos y transformaciones profundas. Si bien se han alcanzado logros importantes como la continuidad electoral, la ampliación de derechos, la reducción de la pobreza y la participación activa de nuevos actores sociales, persisten debilidades estructurales que impiden consolidar una democracia plena: la corrupción, la inseguridad, la desigualdad social y la fragilidad institucional.

La democracia ecuatoriana, a lo largo de más de cuatro décadas, ha demostrado ser resiliente, pero también vulnerable. Su madurez no se mide solo por el número de elecciones realizadas ni por la permanencia formal de sus instituciones, sino por la capacidad de garantizar condiciones de vida dignas para la ciudadanía. En este sentido, mientras millones de ecuatorianos continúen enfrentando pobreza, desempleo, desnutrición y falta de acceso a servicios básicos, la democracia seguirá siendo un proyecto inconcluso.

El desafío hacia el futuro es doble: por un lado, fortalecer las instituciones y la cultura política para erradicar prácticas autoritarias y corruptas; por otro, avanzar hacia una democracia social que no se limite a las urnas, sino que asegure justicia, equidad y bienestar colectivo. Solo así la democracia en el Ecuador dejará de “gatear” y podrá caminar con firmeza hacia una verdadera madurez que represente no solo un sistema de gobierno, sino un modo de vida digno para todos. Una democracia sin justicia social es apenas una promesa vacía.

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IX Festival de la Colada Morada y Guaguas de Pan celebró las tradiciones y la identidad cultural de Zamora

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La mañana del jueves 30 de octubre se desarrolló con gran acogida el 9.º Festival de la Colada Morada y Guaguas de Pan, evento que tuvo lugar en el parqueadero del Centro Comercial Reina de El Cisne, en la ciudad de Zamora.

El alcalde del cantón, Manuel González, fue el encargado de inaugurar oficialmente el festival, destacando la relevancia de preservar las costumbres ancestrales, fortalecer la identidad cultural y promover la integración comunitaria a través de espacios que reúnan a las familias en torno a la tradición.

A la jornada asistieron autoridades locales, estudiantes, emprendedoras y ciudadanía en general, quienes compartieron una mañana llena de sabor, color y alegría, en vísperas del Día de los Difuntos.

En total, 10 instituciones educativas y 3 emprendedoras locales participaron con la exposición y venta de la tradicional colada morada y las guaguas de pan, elaboradas con recetas propias que reflejan la diversidad y riqueza gastronómica del cantón.

Las presentaciones culturales de música, danza y dramatización complementaron la actividad, llenando de entusiasmo el ambiente y reforzando el sentido de identidad y pertenencia de la comunidad zamorana.

El Festival de la Colada Morada y Guaguas de Pan se consolida así como una iniciativa emblemática del GAD Municipal de Zamora, que cada año promueve la valoración de las tradiciones ecuatorianas y el fortalecimiento del tejido social y cultural del cantón.

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Alcalde de Zamora gestiona proyectos eléctricos en beneficio de las parroquias Guadalupe y San Carlos de las Minas

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El alcalde del cantón Zamora, Manuel González, junto a las comisiones parroquiales de Guadalupe y San Carlos de las Minas, se trasladó la mañana de este jueves 30 de octubre hasta la ciudad de Loja, con el objetivo de mantener una reunión de trabajo en la Empresa Eléctrica Regional de Loja (EERSSA).

El encuentro tuvo como propósito coordinar la ejecución de proyectos eléctricos que permitirán mejorar la iluminación pública del centro parroquial de Guadalupe y de la parroquia San Carlos de las Minas, Cumay y Cumay Alto. Estas acciones buscan fortalecer el desarrollo, la seguridad ciudadana y la calidad de vida de los habitantes de estos sectores.

El alcalde González destacó la importancia de estas gestiones, señalando que la cooperación interinstitucional es clave para alcanzar resultados concretos en beneficio de las comunidades rurales del cantón. “Nuestro compromiso es seguir impulsando obras que respondan a las necesidades básicas de la población y promuevan el progreso de Zamora y sus parroquias”, manifestó.

Con estas acciones, el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Zamora ratifica su compromiso con el bienestar y el desarrollo sostenible del territorio, trabajando de manera articulada con las instituciones públicas para generar soluciones efectivas en materia de infraestructura eléctrica.

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Ganadero del cantón Chinchipe expresa preocupación por falta de equidad en ferias agropecuarias

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El productor ganadero Leonso Chamba, del cantón Chinchipe, manifestó su preocupación por la falta de equidad y participación que enfrentan los ganaderos de los cantones Palanda y Chinchipe dentro de los reglamentos y actividades promovidas por Agropzachin, institución encargada de la organización de ferias agropecuarias a nivel provincial.

Durante su intervención pública, Chamba señaló que las disposiciones vigentes estarían generando una exclusión indirecta hacia los productores del sur de la provincia, impidiendo su participación plena en determinadas categorías o razas dentro de los concursos ganaderos. “Parece que a Palanda y Chinchipe los aíslan. No permiten que participemos en ciertas razas, beneficiando a otros cantones”, enfatizó.

Asimismo, el productor hizo un llamado al gerente de Agropzachin, Carlos Suquisupa, para que explique las razones detrás de esta situación, indicando que la asignación de premios y recursos se concentra en categorías específicas, particularmente en la vaca lechera, donde los montos alcanzan hasta 2.000 dólares, sin una distribución proporcional hacia otras áreas o cantones.

“Solo Palanda tiene más número de animales que Zamora, y Chinchipe le sigue. Sin embargo, no se nos da el espacio para competir de manera justa”, recalcó Chamba, quien aseguró haber obtenido varios reconocimientos en ferias pasadas, aunque estos no fueron debidamente anunciados.

Ante esta falta de inclusión, el ganadero sugirió que se considere la posibilidad de designar una gerencia de Agropzachin en los cantones de Palanda y Chinchipe, con el objetivo de equilibrar la representación territorial y fortalecer el desarrollo ganadero en toda la provincia.

Chamba también criticó el uso excesivo de recursos económicos en espectáculos artísticos dentro de las ferias provinciales, en lugar de destinarlos a la mejora de la infraestructura, logística y apoyo técnico a los productores. “No es que no nos guste la música, pero no es el espacio adecuado para gastar miles de dólares en artistas cuando lo esencial es fortalecer el sector ganadero”, expresó.

Finalmente, resaltó el esfuerzo del GAD Municipal de Chinchipe en la organización de su reciente feria local, la cual calificó como “muy buena” pese a las limitaciones presupuestarias, y exhortó a las autoridades provinciales a revisar los formatos de las ferias para garantizar una participación justa, inclusiva y técnica que beneficie a todos los ganaderos de Zamora Chinchipe.

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