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“Más de 30 años hemos venido luchando porque nos devuelvan los terrenos de los que hicieron posesión”

Luz Dávila una ciudadana oriunda del barrio El Pincho, parroquia Los Encuentros, cantón Yantzaza, en réplica a la entrevista por los abogados defensores de la comuna el Pincho-Numbaime, dice reclamar los terrenos que eran de su padre y que ahora le pertenecen.

Cuando ella trabajaba en la ciudad de Zamora como docente bilingüe dice que debía viajar constante y ahí Dávila dice que una familia se habría apoderado de este terreno arbitrariamente.

“Como ciudadano y conocedor del lugar dice ser fiel testigo de todos los acontecimientos del lugar y asegura que el profesional de defensa contrario, ha discriminado a la comuna y a la socia fundadora Luz Dávila. Nosotros estamos constituidos legalmente. Tenemos el acuerdo ministerial de la Secretaría de Pueblos y Nacionalidades y los nombramientos”, expuso José Guaillas, quien apoya a la ciudadana.

Se formó un consejo de gobierno que se enmarca en aplicar la justicia indígena a la cual Dávila actualmente la preside. Existió una declinación de competencias, donde se archivó los procesos de todos los juicios de Luz Dávila y la familia implicada y que eran de forma legal. Guaillas relata que con la declinación de competencias y con el archivo de la documentación ya no había nada que hacer.

Como socia fundadora, Dávila invita a la defensa de la contraparte a constatar el número de socios que son parte de la escritura pública. Margarita P. tendría derecho por ser la esposa del socio fundador.

Por otra parte, los presidentes de la comuna shuar El Pincho transformaron a Jesús del Gran Poder para poderla sacar de la escritura pública. “No puedo creer que solo por interés del terreno. Primero deben saber lo que dice la Constitución. Como socia fundadora tengo todo el derecho donde vivieron mis padres. No le he robado nada a ningún socio”, expuso Luz Dávila.

Dávila indicó que Margarita P. quien sería la contraparte y quien es defendida legalmente por el jurista Hartman Monteros, poseería más de 1.500 hectáreas y que supuestamente esta en sus deseos acaparar su terreno, porque como socia fundadora lo obtuvo amparada en la ley 171 y que son derechos inviolables.

Dice haber recibido amenazas y hostigamiento de parte de varias familias, pero asegura que no es persona que está buscando problemas. “Los miembros de una familia nos arrastraron, pegaron y nosotros hemos seguido luchando y por tal razón, yo apliqué la justicia indígena en mi comunidad, con eso pude ingresar a mi terreno, yo no soy invasora”, dijo Dávila.

Aseguran estar amparados en la ley, tal como lo dice la Constitución, dice que la justicia de Yantzaza y Zamora Chinchipe, le han dado la razón, decisión que fue apelada en Quito en la Corte Constitucional, quien también les habría otorgado el fallo.

Por los años de 1970, era una coopertiva agrícola mixta del pueblo de la nacionalidad shuar. En 1983, se hace la comuna shuar El Pincho, se constituye legalmente. De ahí para adelante inician los inconvenientes; los conflictos se dieron por los terrenos. Pues asegura que una familia se habría apropiado de los terrenos que eran de su padre, Segundo Dávila y que luego pasaron a ser de ella.

Dice que durante 30 años ha venido luchando ante esta situación en procesos judiciales por la vía ordinaria, luego se asesora y forma el Consejo de Gobierno para la aplicación de justicia, que han sido trámites totalmente legales con la documentación en regla, obtenida a través de la Secretaría de Pueblos y Nacionalidades.

Actualmente se encuentran en el proceso de desalojo y actuará con el apoyo total de su comunidad, porque aparte da a conocer que ha sido marginada por los presidentes de las federaciones. De la misma forma invita a la defensa de sus contendientes a “no mentirles y decirles la verdad y aceptar que el juicio está prácticamente perdido”, concluyó Dávila. (I) LM

 

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