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La historia de Kristel Candelario, la ecuatoriana sentenciada a cadena perpetua en EE.UU.

El nombre de la ecuatoriana Kristel Candelario recobró notoriedad este 18 de marzo, cuando un jurado de Cleveland (Estados Unidos) la condenó a cadena perpetua por el asesinato de su pequeña hija de un año y medio.

El juez del condado de Cuyahoga, Brendan J. Sheehan, determinó que Candelario puso en peligro de muerte a su hija al dejarla sola durante 10 días en una vivienda, mientras se fue de vacaciones a Puerto Rico y a Detroit, en junio de 2023.

Cuando la niña fue encontrada estaba envuelta en heces y orina, y la autopsia reveló que murió de hambre y deshidratación severa.

El jurado fue implacable con su veredicto, pese a los testimonio de Candelario y sus padres, quienes acudieron a testificar a su favor.

«Todos los días pido perdón a Dios y a mi hija, Jailyn. Soy una persona que cree en Dios y hoy reconozco que todos estamos tentados por el enemigo», dijo la ecuatoriana de 32 años.

Fotografía cedida por el condado de Cuyahoga en Ohio de la ecuatoriana detenida, Kristel Candelario.

Padecía ansiedad y depresión

Luego fue el turno de la madre de la joven, que también entre lágrimas pidió perdón a su nieta por «el daño causado».

Aunque en su elocución ante el jurado, hecha con la ayuda de un traductor, la mujer aseguró que Candelario sufría de depresión, ansiedad y un trastorno mental.

«No quiero justificar ni victimizar a nadie, pero no recibió la atención que necesitaba porque no podía parar de trabajar en EE.UU.», señaló la madre de Candelario.

La mujer hizo un recorrido por la infancia y juventud de la sentenciada, asegurando que creció en «un ambiente sano junto a sus padres, siempre fue protegida y amada».

Candelario realizó sus estudios en Ecuador e inclusó se graduó de docente en el país, antes de emigrar a Estados Unidos.

Su madre relató que durante su juventud tuvo problemas de salud físico y sentimental, que la sumergieron en la depresión, «esto le provocaba desmayos y pérdida de conocimiento».

El caso de Candelario ha sido documentado por varios medios de Estados Unidos, y testigos entrevistados indicaron que no era la primera vez que la joven dejaba sola a su pequeña hija o al cuidado de vecinos.

Pero el viaje a Puerto Rico, del que incluso publicó fotografías en redes sociales, fue más largo. Cuando la ecuatoriana llegó la noche del 16 de junio a su casa, ya encontró a su hija muerte, y según los fiscales acusadores, se demoró en llamar a la línea de emergencias.

«Ella se tomó el tiempo de vestirla (cambiarla de ropa) y luego llamó al 911», dijo la fiscal a cargo. Fuente: Primicias

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