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La captura de Jorge Glas, ¿una victoria política para Daniel Noboa o un tiro por la culata?

Cero impunidad y la defensa de la soberanía son los pilares de la respuesta del presidente Daniel Noboa ante la crisis diplomática desatada por la incursión en la Embajada de México y posterior detención del exvicepresidente Jorge Glas.

Inmediatamente después del operativo, la noche del 6 de abril, el Gobierno lanzó un mensaje digital: «ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político». La imagen está acompañada del sello del secreto Plan Fénix.

Así, el Ejecutivo utilizó la misma línea gráfica de su guerra contra el terrorismo, para respaldar su decisión de violar la inmunidad de la sede diplomática mexicana y capturar a un ciudadano prófugo de la justicia y sentenciado por corrupción.

La canciller Gabriela Sommerfeld y el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, fueron los encargados de difundir los ejes del mensaje gubernamental:

Hubo un abuso de las inmunidades y privilegios diplomáticos.

México violentó al Convención de Caracas sobre el asilo, que prohíbe otorgarlo a personas procesadas o sentenciadas por delitos comunes ante tribunales ordinarios.

Jorge Glas pretendía fugarse del país.

El presidente mexicano intervino en los asuntos internos de Ecuador.

México contribuyó a que el exvicepresidente incumpla las órdenes judiciales.

Mientras tanto, la agenda presidencial se mantuvo sin alteraciones. El 6 de abril, el Primer Mandatario participó en una ceremonia ancestral, en Antonio Ante; el 7 de abril, emitió un decreto para la continuidad del estado de conflicto armado, se dedicó a las redes sociales y a su familia.

Pero, en medio de las críticas y aplausos por la captura de Jorge Glas, este 9 de abril, el presidente Noboa publicó una carta dirigida a la ciudadanía y la comunidad internacional.

En el texto se justificó y dijo que ha «tomado decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas».

El Mandatario recordó que Ecuador ya había sido burlado antes: María de los Ángeles Duarte fue la última figura política procesada penalmente que huyó del país mientras estaba bajo la custodia de la Embajada de Argentina, en Quito.

Así, Noboa afirmó que las reacciones de ciertos grupos demuestran que ponen «sus intereses y proyecto político por encima» del país o que tratan de convertir el caso de Glas en «una lucha ideológica».

Mientras tanto, las redes sociales se inundan de mensajes sobre lo sucedido y se multiplican los comunicados de condena, entre la comunidad internacional, y de respaldo al Gobierno mexicano.

Sin embargo, aunque la conversación fuera del país fue bastante unánime, sobre el derecho internacional, en Ecuador el tema fue politizándose y se dividió entre los que consideran a Glas un delincuente común y quienes lo califican como un perseguido político.

Una campaña electoral de por medio

El primer grupo está encabezado por el presidente Daniel Noboa, que lidera a la vez un conflicto armado interno y una campaña electoral. Y el Gobierno ha intercalado mensajes sobre la detención del exvicepresidente con la propaganda sobre la consulta popular y referendo.

Este último fin de semana la campaña gubernamental se centró precisamente en la pregunta G de la consulta, que ocupa el octavo lugar en la papeleta. Esta plantea que se incrementen las penas para una decena de delitos relacionados con el crimen organizado.

Pero, ninguno de esos delitos aplica al exmandatario Glas, quien está sentenciado por asociación ilícita y cohecho y está siendo procesado por presunto peculado.

Además, el mismo presidente Noboa hizo campaña en su último evento sobre empleo. Habló de políticos delincuentes, llamó a la ciudadanía a votar «Sí» en todas las preguntas y agradeció a las fuerzas del orden.

El Mandatario subrayó que el objetivo de su gobierno es que «todo delincuente sentenciado cumpla su pena en la cárcel, cueste lo que cueste».

Además, el Partido Social Cristiano (PSC) lanzó un comunicado condenando las acciones del gobierno mexicano, por su intervención en los asuntos internos de Ecuador y su irrespeto de la administración de justicia por intentar asilar a Glas.

El movimiento Construye también dejó en claro que el refugio del exvicepresidente fue una afrenta a las leyes ecuatorianas y afirmaron que «la libertad de Jorge Glas Espinel fue el resultado de una operación entre el correísmo y el crimen organizado».

Este sentimiento fue compartido por miles de personas que consideran que los sentenciados por la Justicia deben pagar su condena o que tienen desacuerdos con la tendencia política que Glas representa. Y la aceptación de esa decisión puede trasladarse a las urnas, el próximo 21 de abril.

En la otra orilla

El principal grupo político en atacar la decisión del Gobierno y pedir sanciones, incluso internacionales para el país, fue el correísmo. La Revolución Ciudadana se mantiene en su argumento de que Jorge Glas es un perseguido político y hasta pidió la renuncia de Noboa.

El expresidente Rafael Correa dijo que «ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país. No vivimos un Estado de derecho, sino un Estado de barbarie». A esa línea discursiva se sumaron decenas de figuras del movimiento político.

Otros miles de ciudadanos compartieron la opinión de esa tienda política, que representó a un 34% de los electores en agosto de 2023, y criticaron las decisiones del presidente Noboa así como los lineamientos de su gestión.

Además, esto le podría costar a Noboa algunas bajas en el gabinete ministerial, ya que los asambleístas de la bancada correísta hicieron una solicitud de enjuiciamiento político contra las ministras Gabriela Sommerfeld, de Relaciones Exteriores, y Mónica Palencia, de Gobierno, por la incursión en la Embajada mexicana y «el secuestro de un asilado político».

La Conaie también condenó la acción del Ejecutivo, pero no defendió al exvicepresidente. El movimiento indígena afirmó que el Mandatario «recurre a la fuerza para asegurar sus trofeos políticos». Sin embargo, ninguna otra fuerza política o social de oposición al Gobierno se pronunció sobre el tema, hasta el cierre de esta edición. Fuente: Primicias 

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