Tras la votación del Pleno de la Asamblea Nacional en el intento de destituir al presidente de la República, Guillermo Lasso, varias han sido las reacciones, desde el Gobierno, respecto a la votación del titular del Legislativo, Virgilio Saquicela, quien apoyó la propuesta de la bancada correísta de UNES de aplicar la muerte cruzada por “grave crisis política y conmoción interna”.
El primero en reaccionar fue el consejero presidencial, Diego Ordóñez, quien en su cuenta de la red social Twiter criticó la postura de Saquicela y lo acusó de ser “aliado de Correa y Leonidas Iza en su intento de desestabilizar al gobierno de Guillermo Lasso”.
El exlegislador Ordónez cuestionó que el presidente del Legislativo haya “convocado al Gobierno y a la Conaie a un diálogo si está parcializado”.
Así también el viceministro de Gobernabilidad, Homero Castanier, en entrevista para el medio Sonorama, aseguró que si bien Saquicela podía elegir qué postura tener frente al pedido de muerte cruzada, pero como mediador entre en el diálogo con la Conaie debía ser “absolutamente imparcial” y con su voto demostró estar a favor de la destitución del presidente por lo que ya no lo ven como una figura idónea para mediar en un posible reinicio de conversaciones con el Movimiento Indígena.
Sobre la votación el viceministro Castan sostuvo que, ante el número de legisladores que apoyaron la destitución del Jefe de Estado, indicó que “existe una votación muy alta que está diciéndole al presidente, las cosas no están bien, que están diciéndole al Gobierno, hay que cambiarlo”, pero que no hay que olvidar que detrás de este proceso existen denuncias de amenazas y figuras políticas que se quisieron aprovechar de la situación. Fuente: El Telégrafo
