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Al momento de emprender, también se puede perder

¡Así es! En los últimos tiempos, más aún después de la pandemia de Covid 19, se hizo más popular el tema de emprendimientos, porque en medio de esa crisis y porque la economía se vio quebrantada, muchas empresas despidieron masivamente a los empleados, por lo que quienes tuvieron la visión de generar ingresos a través de un emprendimiento que no es otra cosa que iniciar en un negocio con la finalidad de ofrecer productos y servicios.

Llevar a la practica una idea de negocio, para quienes ya llevan un tiempo pueden sintetizar que tiene altas y bajas, donde han tenido que perder y a raíz de eso, complementándolo con autoconocimiento y preparación han podido entender las pautas para fortalecer el emprendimiento para no tener que cerrar, o simplemente se vuelve insostenible por factores impredecibles.

Un caso particular es el de Mery Gualán, quien durante cuatro años se dedicó a la siembra de tilapia en el cantón Yantzaza con más de 15 peceras y 50.000 tilapias, pero que, por tema del elevado precio de la alimentación para los peces, el alto precio del combustible y que otros animales cazadores asechaban la producción, se vio obligada a culminar con esta actividad e iniciar con otro nuevo emprendimiento que es la venta de jugos de naranja y coco.

Para invertir en la producción de tilapia, Mery y su esposo recurrieron a los créditos bancarios, capital que no pudo ser recuperado y para ‘quedare bien’ buscaron otra forma de generar ingresos, pero sin mayor inversión ni esfuerzo. Por eso nace la interrogante de que no todos los emprendimientos que surgen, obtienen ganancias.

Las 15 peceras a día de hoy se encuentran en total abandono, después de un año. Esta situación no se encuentra en la planificación de los productores, ni de las autoridades a quienes piden que, mediante sus competencias, busquen crear políticas públicas que permitan sobrellevar este tipo de crisis y no terminé en un completo abandono de la actividad.

Por cuatro años consecutivos, se dedicó a la producción y venta de la tilapia porque obtenía resultados hasta que decidió ponerle fin a esa actividad porque se volvió insostenible financieramente y en vez de tener ganancias, obtuvo pérdidas, esto post pandemia.

Mery dice que fue una experiencia dura ya que algunos familiares también atravesaron las mismas circunstancias, por lo que se vieron en la necesidad de migrar al exterior. Pero, ella decidió iniciar este negocio por razones como la climatología en la provincia y por los beneficios de las frutas en la salud humana. Además, ella buscó incansablemente trabajo, sin ningún resultado. Cuando llueve o hace frío vende poca cantidad del producto y el resto muchas de las veces, debe ser desechado, pese a ello se mantienen positivos, porque existen días buenos.

Ahora ella acude a cada evento o feria que se dé a nivel parroquial, cantonal y provincial buscando la afluencia de personas y de la misma forma que el clima la acompañe para que sus productos se expendan de mejor manera, la ciudadana oriunda de Nueva Esperanza del cantón Yantzaza.

Los productos como el mango y la naranja que no se producen en la provincia, son traídos desde otras latitudes del país. El lema es que, si alguien compra antes de llegar al punto, será buen día y de éxitos.

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