Internacionales
La metamorfosis de Nayib Bukele: un poder envenenado
																								
												
												
											El presidente de El Salvador ha pasado de presentarse como un tecnócrata capaz de aliviar los sufrimientos de su país a un mandatario autoritario, que desprecia las leyes y los derechos humanos
Nayib Bukele apareció a finales de febrero ante centenares de militares y oficiales de policía para agradecer su apoyo en la controvertida estrategia de seguridad y su guerra contra las pandillas. Como ya es su costumbre, el mandatario organizó una impresionante puesta en escena para transmitir un mensaje en el que, además de proclamarse un “instrumento de Dios”, atacó ante oficiales fuertemente armados a la clase política de El Salvador, a la que llamó corrupta y formada por asesinos, y se felicitó por haber reducido los índices de criminalidad en el país centroamericano. “Ustedes están llevando paz a los salvadoreños”, dijo a los militares.
El guiño a las Fuerzas Armadas ha despertado alertas en sectores críticos con Bukele, porque, afirman, recuerda los momentos más duros de la militarización de la seguridad en el país y son una muestra de la transformación radical del mandatario: el joven político que se presentó como un líder moderno, capaz de enfrentar los problemas que aquejan a los salvadoreños, se ha convertido en un autócrata que desprecia las leyes y los derechos humanos, pero que cuenta con un gran apoyo de la gente de su país. “Todas las encuestas lo certifican. El 95% de la población salvadoreña avala nuestro trabajo”, afirmó Bukele frente a los militares.
Bukele logró la simpatía de los salvadoreños en un país harto de la violencia, de la corrupción, de la clase política y con índices de pobreza y desigualdad escandalosos. Para la mayoría de los salvadoreños, las décadas de gobierno de la conservadora ARENA y del izquierdista FMLN tras el retorno de la democracia en 1992 no representaron un cambio real en el país, al contrario, ambas organizaciones son vistas como los responsables de los problemas de violencia y pobreza que aquejan a los salvadoreños. El descontento con la política es tal, que el Latinobarómetro de 2018 mostró que apenas el 28% de la población considera importante la democracia, pero lo más llamativo es que más del 50% ha asegurado que le da lo mismo vivir en una democracia o una dictadura. Bukele —hábil estratega de comunicación— supo aprovecharse de ese hartazgo y desidia política para lanzar su candidatura y obtener el favor de los votantes: en 2019 ganó la elección con más del 50% de los votos.
Se convirtió desde ese momento en un ‘tsunami’ que no paraba de atraer simpatías por su discurso. Bukele, que no representaba una ideología clara, se dirigía principalmente a los jóvenes, los más desencantados por la falta de oportunidades. Se vendió como el presidente milenial, el mandatario más cool del mundo, un hombre moderno, eficiente, que dirige un país como un CEO capaz de poner las cosas en orden. Y esa imagen enganchó, no solo en El Salvador, sino también en el resto de Centroamérica, una región golpeada por los autoritarismos.

“Es innegable que hay un nivel de desencanto generalizado en el país con respecto a la política partidaria, porque la gente considera que los políticos tradicionales no lograron transformar el país”, dice el analista César Artiga. “Eso explica en parte que aparezca un personaje que se aprovecha de ese desencanto y de un componente cultural muy fuerte de ira, porque la gente está furiosa, hay mucho odio y confrontación que ha sido alimentada por Bukele. Él se posiciona ahora como una marca, se presenta como algo innovador, que representa una ruptura”, agrega. Pero la imagen del mandatario moderno y cool comenzó a desmoronarse, al menos a nivel internacional, a menos de un año de haber tomado posesión como presidente. El mandatario irrumpió en febrero de 2020 en el Parlamento del pequeño país centroamericano arropado por oficiales de la policía y militares, se sentó en la silla del presidente parlamentario y ordenó el inicio de una sesión, amparado, dijo, por un derecho divino. De esta forma, Bukele pretendía resolver la crisis interna que se había desatado por la negativa de los diputados de aprobar una serie de préstamos que le permitieran impulsar su estrategia de seguridad.
El hecho —catalogado por la oposición como un “autogolpe de Estado”— ni siquiera encendió las alertas en El Salvador ni mermó el apoyo de los salvadoreños a su presidente. Al contrario, la popularidad de Bukele se mantuvo alta y en marzo de 2021 el huracán Bukele arrasó en las elecciones legislativas, lo que le permitió el control del Parlamento. Desde entonces, ha usado su poder para socavar la institucionalidad salvadoreña: ordenó la destitución del fiscal general, de los jueces de la Sala Constitucional de la Suprema por unos leales, y ha logrado instaurar un estado de excepción que dura ya 10 meses, lo que le ha permitido sacar a los militares a las calles y desatar una guerra casi personal contra las llamadas maras, en la que, según organismos de derechos humanos, ha violentado el debido proceso y se han cometido abusos contra los derechos humanos.
¿Cómo se produjo esta transformación de un mandatario que quería romper con los vicios del pasado? “La mayor parte de la gente se ha visto sorprendida, pero las personas que estábamos involucradas en el monitoreo ciudadano ya lo veíamos venir”, asegura el analista Artiga, que es además coordinador del Equipo impulsor nacional del Acuerdo de Escazú, un tratado que obliga a los Estados a proteger a los defensores del medio ambiente. “Estas inconsistencias en su discurso no son nuevas. Cuando vimos su actuación como alcalde de San Salvador nos dimos cuenta de esa tendencia de desprecio a las instituciones de control y a los valores democráticos. Eso ya era parte de su comportamiento como funcionario público”, explica Artiga en relación al paso de Bukele por la alcaldía capitalina, cargo que lo catapultó a la cima de la política salvadoreña.

Bukele, que gobierna con sus hermanos como asesores, tiene los ojos puestos en la reelección. Aunque la Constitución prohíbe dos mandatos consecutivos de un presidente, el joven político ni siquiera ha tenido que hacer uso de su mayoría parlamentaria para lanzarse a una reforma constitucional en la que puede perder mucho tiempo. Los magistrados leales de la Sala Constitucional ya hicieron una particular interpretación de las leyes, en la que afirman que no hay obstáculo para la reelección si Bukele deja el cargo seis meses antes. Es así que, disfrutando de altos índices de aprobación a pesar de sus desmanes y con el control total de las instituciones, Bukele avanza en un proyecto con una deriva cada vez más autoritaria.
“El escenario se pinta más complejo”, dice Artiga. “No veo obstáculos legales ni una oposición que impida que se vaya a reelegir”, agrega. Este analista ve en el corto plazo un futuro sombrío para El Salvador, como si se tratara de un monstruo kafkiano contra quien la batalla está perdida antes de iniciarla. “Cuando se consume la reelección se va a acrecentar el nivel de represión contra las posiciones críticas y la sociedad civil organizada”, pronostica Artiga. “El estado de excepción será la nueva normalidad, porque permite controlar a la gente”, dice. Vienen, concluye Artiga, años difíciles para El Salvador de manos del hombre que se vendió como el presidente más cool del mundo y se ha transformado en un autócrata que se apoya en los militares y que se proclama como un “instrumento de Dios”.
Fuente: Diario El País de España
Internacionales
Trump llama a Petro «líder del narcotráfico» y anuncia fin de ayuda financiera a Colombia; Petro le dice que se engaña
														El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 19 de octubre de 2025 el fin de la ayuda financiera a Colombia por su inacción en la lucha contra el narcotráfico y describió a su homólogo colombiano, Gustavo Prieto, como «un líder del narcotráfico».
«El presidente colombiano Gustavo Petro es un líder del narcotráfico que incentiva la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia», indicó Trump en su red Truth Social.
Y añadió que «se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio de Colombia, y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de Estados Unidos», dijo Trump.
«El presidente colombiano Gustavo Petro es un líder del narcotráfico». Donald Trump, presidente de Estados Unidos
«A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidio, dejarán de hacerse a Colombia. El propósito de esta producción de drogas es la venta masiva de productos a Estados Unidos, causando muerte, destrucción y estragos», añadió el mandatario estadounidense.
Además, amenazó con que si Petro no cerraba «estos campos de exterminio de inmediato», Estados Unidos «se los cerrará».
Las declaraciones de Trump se producen un mes después de que Estados Unidos eliminara a Colombia de la lista de países que luchan contra las drogas, junto a otras cuatro naciones, por haber «incumplido manifiestamente» en el último año sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales de antinarcóticos.
En respuesta, Petro afirmó que las Fuerzas Militares de su país dejarían de depender del armamento de Estados Unidos.
Petro responde a Trump
El presidente colombiano, Gustavo Petro, respondió a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que se «está engañado» cuando lo considera como «un líder del narcotráfico», pues dijo que lo que ha hecho a lo largo de su carrera es justamente denunciar a las mafias de las drogas.
«Trump está engañado de (sic) sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, fue en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo», escribió Petro en X luego de que Trump anunciara que corta la ayuda financiera a Colombia por su inacción en la lucha contra el narcotráfico.
Bombardeos en el mar Caribe
Esta decisión se produce, además, en medio del «conflicto armado» que Estados Unidos declaró recientemente contra el narcotráfico y que ha incluido el bombardeo de hasta seis supuestas embarcaciones narcotraficantes en el mar Caribe.
El despliegue de Estados Unidos en el Caribe, que comenzó en agosto bajo la justificación de combatir el narcotráfico cerca de las costas de Venezuela, incluye el empleo de aviones y barcos por parte del país norteamericano.
Sin embargo, ha causado una tensión creciente entre Washington y el Gobierno de Nicolás Maduro, que ve la operación como el preludio de un posible ataque contra el país. Fuente: Primicias
Internacionales
Venezuela afirma que aceptará ‘toda ayuda’ internacional para enfrentar a Estados Unidos
														El titular de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró este lunes que su país aceptará «toda la ayuda» internacional que haya para enfrentar la que señaló como una «agresión» de Estados Unidos, cuyo despliegue militar en el mar Caribe es denunciado por el chavismo como una «amenaza» que busca propiciar un «cambio de régimen» en la nación suramericana.
«Si nosotros no hemos hecho públicamente el llamado a que los pueblos del mundo puedan organizarse para defender a nuestro país, yo aprovecho y lo hago desde esta instancia, que de cualquier lugar del mundo, aquí está Venezuela que está siendo agredida, y toda la ayuda que nos puedan dar, bienvenida sea. Aquí serán recibidos como hermanos de la vida», dijo el ministro.
En la rueda de prensa semanal del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el también secretario general de la formación aseguró que «fuerzas militares de esta América» han «enviado mensajes» en los que, dijo, ofrecen su apoyo al país, sin especificar de qué naciones.
Pueblos indígenas se sumarían a «brigadas milicianas»
El Ejecutivo chavista asegura que también ha «recibido cartas de varios pueblos indígenas» de América que están «dispuestos a guerrear» para defender a Venezuela, por lo que el presidente Nicolás Maduro ordenó este domingo conformar «brigadas milicianas» de estos grupos para que vayan al país a defenderlo «si fuese necesario».

Cabello reiteró este lunes que la nación «se ha venido preparando para cualquier situación», y en ese sentido destacó la «movilización parcial por estado» del plan de defensa denominado ‘Independencia 200’, que desde el pasado miércoles se ha activado en las regiones costeras de Carabobo, La Guaira, Aragua, Falcón, Zulia, Anzoátegui y Monagas, así como en Bolívar (sur, fronteriza con Brasil), a fin de continuar con la preparación de civiles, policías y militares.
Este plan, señaló, tiene también como objetivo proteger gasolineras, instalaciones de servicios básicos, unidades de transporte, escuelas y hospitales para «asegurar su funcionamiento en caso de conflicto».
«Y, por supuesto, la Milicia se despliega con los planes secretos que tiene la Milicia de movilización, de equipamiento, de transporte y de personal», agregó.
El pasado septiembre, Maduro aseguró que «militares de América Latina y el Caribe» le han manifestado que apoyan la defensa de Venezuela, en un contexto marcado por lo que el mandatario denuncia como una «amenaza militar» por parte de EE.UU., país que defiende su despliegue como una operación contra el supuesto narcotráfico procedente de la nación suramericana. Fuente: Vistazo
Internacionales
Sale a la luz la carta que envió Nicolás Maduro a Donald Trump en la que muestra disposición a dialogar
														La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, confirmó este domingo que el mandatario Nicolás Maduro envió una carta a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que dice estar dispuesto a mantener conversaciones directas con su enviado especial, Richard Grenell.
«En la actualidad se han abierto muchas polémicas en torno a la relación de EE.UU. y Venezuela. En medio de estas polémicas hemos sido testigos de innumerables ‘fake news’, así llamados, que circulan en los medios de comunicación», se lee en la misiva fechada el 6 de septiembre y publicada por Rodríguez en Telegram.
Así mismo, Maduro recordó el ‘fake news’ en relación a que Venezuela se había negado a aceptar el regreso de migrantes deportados, «ese tema fue resuelto y aclarado rápidamente en una conversación con el embajador Richard Grenell».
Además, el presidente chavista dijo que en el transcurso de estos primeros meses de gestión de Trump, siempre se ha buscado «una comunicación directa para atender y resolver cualquier tema que surja» entre ambos Gobiernos.
A juicio de Maduro, este es el peor de los ‘fake news’ que se ha lanzado contra Venezuela para, sostuvo, «justificar una escalada a un conflicto armado que le haría un daño catastrófico a todo el continente».
«Conversé largamente con el enviado especial Rick Grenell sobre este y otros temas«, apostilló.

¿NO RELEVANTE EN EL NARCOTRÁFICO?
El mandatario aseguró que Venezuela es un «territorio libre de producción de drogas y (un) país no relevante en el ámbito de los narcóticos».
Al citar datos de las Naciones Unidas, Maduro indicó que solo un 5 % de la droga que sale de Colombia «intenta» ser transportada a través de Venezuela, «siendo -aseguró- combatida, interceptada y destruida» al ser incautada.
«Un dato muy relevante es que este año ya hemos neutralizado y destruido más del 70 % de ese pequeño porcentaje que intentan cruzar por esa extensa frontera, de más de 2.200 kilómetros que tenemos con Colombia», explicó Maduro.
Igualmente, señaló que los militares venezolanos han destruido 402 aeronaves vinculados al narcotráfico.
«Estos datos confirman el historial impecable de Venezuela en el combate al tráfico internacional de drogas ilícitas, expresado así por todos los organismos y agencias internacionales especializadas en la materia», agregó.
Maduro dijo que espera poder «derrotar» estas ‘fake news’ junto a Trump, que «llenan de ruido una relación que tiene que ser histórica y pacífica».
«Estos y otros temas siempre estarán abiertos para una conversación directa y franca con su enviado especial, Rick Grenell, para superar los ruidos mediáticos y los fake news«, reiteró el jefe de Estado de Venezuela.
Trump evitó confirmar este domingo si recibió una carta de Maduro y, al ser abordado por el asunto, simplemente dijo: «Ya veremos qué pasa con Venezuela».
En la víspera, el mandatario estadounidense dijo en Truth Social que Venezuela pagará un alto precio si no readmite a sus «presos» que han sido «forzados» a ir a Estados Unidos por el «liderazgo venezolano», en plena escalada de tensiones por el despliegue militar de Washington en el mar Caribe.
EE.UU. ha interceptado desde agosto ya cuatro embarcaciones adjudicadas supuestamente al narcotráfico en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, al menos tres procedentes presuntamente de Venezuela -según la Casa Blanca- y la cuarta de ellas, cuyo origen se desconoce, hundida la noche del viernes en aguas de República Dominicana. Fuente: Vistazo
- 
																	
										
																			Entretenimiento4 años agoAdriana Bowen, sobre la cirugía bariátrica: Siento que recuperé mi vida
 - 
																	
										
																			Internacionales4 años agoMuere Cheslie Kryst, Miss Estados Unidos 2019 y presentadora de televisión
 - 
																	
										
																			Internacionales4 años agoTiroteo en concierto en Paraguay deja dos muertos y cuatro heridos
 - 
																	
										
																			Politica4 años agoEl defensor del Pueblo, Freddy Carrión, fue llamado a juicio en la investigación por el delito de abuso sexual
 - 
																Fashion8 años ago
Amazon will let customers try on clothes before they buy
 - 
																	
										
																			Nacionales4 años ago¿Qué hay detrás del asesinato de Fredi Taish?
 - 
																	
										
																			Politica1 año ago‘No soy contratista del Estado’, asegura Topic con certificado de Sercop en mano
 - 
																	
										
																			Deportes4 años agoFEF solicita al COE Nacional 60% de aforo para partido Ecuador vs. Brasil
 
