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Tres puertos marítimos de Ecuador registran niveles de riesgo “muy altos” frente al narcotráfico

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Los altos niveles de corrupción o de infiltración del ‘narco’, la amenazas de intrusión no autorizada en las cercas perimetrales o de sujeción de carga con drogas en los cascos de buques. Esos son los factores que elevan a “muy alto” el riesgo en tres puertos marítimos de Ecuador.

Contecon (Puerto de Guayaquil), la Terminal Portuaria de Guayaquil (TPG/Narpi) -ambos ubicados al sur de la ciudad- y Yilport -ubicado en Puerto Bolívar, Machala- son las terminales más vulnerables frente al narcotráfico en las provincias de Guayas y El Oro.

Al menos esa es la conclusión a la que llega un estudio de seguridad sobre los puertos de las dos provincias contratado por la Comisión Europea, el organismo de gobierno de la Unión Europea, que abarcó, entre otras terminales, a siete puertos de primera prioridad del país.

El estudio se realizó a lo largo de seis meses de investigación, entrevistas y visitas de campo y midió ocho amenazas, entre ellas los niveles de infiltración y de corrupción, el riesgo de intrusión desde la orilla, en el control de acceso o a través de cercas en el perímetro.

También se evaluaron amenazas, como la manipulación de contenedores, al interior de las instalaciones, el abordaje no autorizado de embarcaciones junto al puerto o la fijación de carga ilícita al casco de los buques.

Todos los siete puertos estudiados registran niveles “altos” de riesgo en los escenarios de estudio. Entre ellos está DP World (Posorja), Naportec/Bananapuerto (Guayaquil), Nirsa (Posorja) y Sálica del Ecuador (Posorja).

Pero el informe, publicado en junio de 2024, identifica “la más alta vulnerabilidad” y enfatiza  recomendaciones para reducir el nivel de riesgo en las siguientes tres instalaciones portuarias:

Contecon y la amenaza de infiltración narco
La concesionaria Contecon, que opera el Puerto de Guayaquil, ha sido evaluada con un nivel de riesgo muy alto en términos de amenazas relacionadas con la infiltración del narco y la corrupción del personal.

Se han documentado casos de corrupción dentro de Contecon y además existe un historial de incidentes que incluyen ataques y casos de homicidios, recoge el informe.

La alta rotación del personal y el hecho de que la evaluación de los trabajadores no se refrende a través de la Fuerza Pública se señalan como puntos críticos. “Los guardias privados se consideran altamente vulnerables”, dice el informe.

Corrupción en puertos de Ecuador preocupa a oficina contra la droga de la ONU
Aunque se están implementado medidas y las tendencias indican un cambio hacia la contaminación con drogas que ocurre fuera de la instalación portuaria, la captación de personal se considera “una debilidad”.

La presión de grupos criminales al personal hace imperativo fortalecer el control y evaluación de los trabajadores, en coordinación con las autoridades, para prevenir corrupción interna. También se recomienda mejorar sueldos e implementar estrategias de seguridad para los empleados.

TPG, cuatro “muy altas” amenazas
En tanto, el Terminal Portuario de Guayaquil (TPG/Inarpi), que desde el sector privado ocupa una posición destacada en el movimiento de carga del país, enfrenta niveles de riesgo «muy altos» en cuatro escenarios críticos de amenaza.

Entre ellas, además de la corrupción y la infiltración del personal, se cuenta la vulnerabilidad en el control de acceso y del cercado perimetral contra las intrusiones no autorizadas de personas, a más de manipulación de contenedores al interior de la terminal.

El estudio señala que TPG no disponía de un Plan de Protección de Instalaciones Portuarias al momento de la evaluación (a inicios de año), obligatorio bajo el Código Internacional de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (Código PBIP).

Exportadoras de banano indagadas por envíos fraudulentos de droga
La pérdida de este plan se debió a que un antiguo oficial de seguridad portuaria lo destruyó, borrando el contenido almacenado en discos duros, para luego huir llevándose las armas de la empresa, refiere el informe.

Combo de imagen de un ataque armado «casi mortal» contra personal de la Terminal Portuaria de Guayaquil (TPG), el 15 marzo de 2024, mes en el que se contabilizaron dos ataques en retaliación por la captura de sospechosos. A eso se suman incidentes, como el hallazgo de un artefacto explosivo en TPG el pasado 21 de agosto y un ataque contra una camioneta de personal de control aduanero cinco días antes, en la misma zona de la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, donde se encuentran los puertos privados de la ciudad.Informe Comisión Europea
Son dignos de mención un ataque casi mortal en marzo de este año, que le siguió a otro atentado contra tres trabajadores.

Estos incidentes se correlacionan con el arresto de sospechosos que planeaban recurrir al método de rip-on (gancho ciego) para contaminar con droga contenedores al interior de las instalaciones portuarias, agrega el documento.

Además, la terminal enfrenta problemas de seguridad por la alta exposición a delitos en las inmediaciones de sus instalaciones (el robo y la extorsión a los conductores de camiones, por ejemplo) y por un “vallado en mal estado”, en un sector urbano marginal de la Isla Trinitaria, al sur de la ciudad.

Como medida de respuesta, TPG ha iniciado mejoras en el perímetro y ha contratado a un asesor especializado en seguridad (exagente de la DEA).

No obstante, de acuerdo al informe, los problemas de seguridad han rebasado la capacidad de la terminal por lo que se recomienda una mayor colaboración con la Marina y la Policía para abordar el riesgo en las áreas adyacentes a los puertos privados.

Yilport y el riesgo de sujeción al casco de buques
En el caso de Yilport, el operador de la terminal de Puerto Bolívar en Machala (El Oro), se señalan niveles de riesgo muy alto en tres escenarios de amenaza, lo que incluye una vulnerabilidad en el control de acceso o intrusión de personas no autorizadas.

El segundo escenario se refiere al riesgo de acceso a contenedores o a contaminación de cargas con drogas en la propia instalación portuaria, pues en 2023 se registraron cinco incautaciones en estructuras y paneles frigoríficos de los contenedores.

La tercera amenaza corresponde al riesgo de la fijación subacuática con buzos de cajas de cocaína a los cascos de los buques, junto a la instalación portuaria.

La ausencia de capacidad de buceo, entre otras vulnerabilidades, justifica una puntuación de riesgo tan alto, señala el estudio, en el que se anota que el operador implementa medidas para mejorar protocolos de inspección y seguridad.

Ubicación de los puerto privados de la Terminal Portuaria de Guayaquil (TPG) y Naportec / Bananapuerto, en el sur de Guayaquil, vecinos de zonas urbanas deprimidas en la Isla Trinitaria, en las que operan bandas criminales.Informe Comisión Europea
¿Qué dicen los puertos?
Uno de los grandes desafíos de seguridad que subraya el informe es que los puertos del sur de Guayaquil están integrados con calles y barrios marcados por condiciones de vida marginales, dominados por bandas criminales.

Las largas colas de acceso a puertos como TPG alcanzaron retrasos de hasta cuatro horas, creando un tráfico caótico en la calle que conduce a la puerta de la terminal en la Trinitaria. Y el estudio habla de “operaciones que posiblemente excedan su capacidad” en ese puerto.

La Asociación de Terminales Portuarios Privados del Ecuador (Asotep) -que representa a puertos como TPG y el vecino Naportec/Bananapuerto- resaltó el compromiso continuo en la implementación de medidas de control y coordinación con las autoridades.

En una respuesta a un cuestionario remitido por PRIMICIAS, Asotep señala que el narcotráfico ha afectado de manera significativa las operaciones en los principales puertos del país, como los de Guayaquil, Esmeraldas, Manta y Puerto Bolívar.

Pero la entidad señala que se requiere de esfuerzos conjuntos entre terminales, autoridades y sectores productivos para mejorar la seguridad en cada eslabón de la cadena logística.

La implementación de escáneres en terminales como Naportec y TPG en el sur de Guayaquil han supuesto una inversión de más de USD 30 millones en tecnología y seguridad. El 100% de la carga de exportación es escaneada para evitar la contaminación de droga en estos puertos, señala la institución.

Estos controles no intrusivos, añade Asotep, se encuentran en total funcionamiento desde mayo de 2024 y se realizan en coordinación con la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE).

También se señala desde las terminales que el caos vehicular y las largas filas de camiones en los accesos a los terminales se han abordado mediante coordinación con autoridades locales y nacionales, y con obras de implementación de vías de acceso adicionales.

Además, se han implementado zonas de espera para reducir la congestión y mejorar la seguridad de conductores y transportistas, agregan.

PRIMICIAS remitió el pasado 23 de octubre un cuestionario de preguntas a Contecon y, aunque desde la concesionaria se comprometieron a contestar, hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta. Tampoco se obtuvo contestación de Yilport.

Asotep refuta apartes del informe
La Asociación de Terminales Portuarios Privados también refutó puntos del informe contratado por la Comisión Europea, como la relación entre la cercanía de población y el incremento de delitos.

Para la agremiación, asumir que la ubicación de los puertos genera inseguridad en lugar de enfocar el problema en las bandas delictivas muestra un desconocimiento de las operaciones y realidades portuarias en Ecuador.

También rechazó los cuestionamientos del informe a la legislación portuaria de Ecuador, que permite diferentes modelos de gestión portuaria, con inversión estatal y privada.

Y es que el estudio sugiere que la legislación (y la diferencia de compensación estatal aplicada entre las instalaciones portuarias) ha incidido en la pérdida de competitividad del Puerto de Guayaquil (Contecon), y en el traslado reciente de navieras desde esta terminal a TPG y DP World (Posorja), lo que podría incrementar la presión criminal y los problemas de drogas en estas dos últimas terminales.

“Gobernar bajo una ley portuaria obsoleta desde la década de 1970, junto con regulaciones fragmentadas, ha creado un sistema portuario desequilibrado en Ecuador”.

Informe comisión
El informe también cuestiona las responsabilidades separadas para la política de seguridad (a cargo de la Dirección de Espacios Acuáticos, Dirnea) y la operación portuaria (a cargo de la Subsecretaría de Transportes), que «impactan negativamente en ambos campos».

Según el estudio, un marco legal obsoleto impacta negativamente, tanto en la seguridad como en la competitividad. “Estas deficiencias han tenido efectos adversos sobre las compensaciones adeudadas al Estado”, añade el documento.

La asociación de terminales privados expresó su preocupación por la publicación del informe, que creían confidencial.

Asotep destacó que desde enero de 2024 todos los terminales operan bajo el Nivel de Protección 2 debido a la declaratoria de conflicto armado interno, cumpliendo con las regulaciones exigidas por el Estado y los estándares de la Organización Marítima Internacional.

Sin embargo, desde las terminales privadas se enfatiza que ahondar o compartir información detallada sobre sus sistemas de seguridad pondría en riesgo al personal y a las instalaciones. Fuente: Primicias

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TCE admite denuncia en contra de Luisa González por el manejo de las cuentas de campaña de 2023

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Un juez del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) admitió a trámite una denuncia presentada por la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE)Diana Atamaint, en contra de la excandidata presidencial Luisa González y miembros del movimiento correísta Revolución Ciudadana (RC) por el manejo de las cuentas de campaña de las elecciones anticipadas de 2023.

Además de González, en su calidad de representante legal de la RC, la denuncia incluye a Karina Zambrano, responsable del manejo económico del partido; Francisco Hidalgo, jefe de campaña; y a los candidatos principales y suplentes a asambleístas nacionales que se presentaron en esos comicios, entre los que está Pierina Correa, hermana del expresidente Rafael Correa (2007-2017).

Atamaint los denuncia por el cometimiento de una presunta infracción estipulada en el artículo 281 de la ley electoral, que señala que las organizaciones políticas que no presenten los informes con las cuentas, el monto de los aportes recibidos, la naturaleza de los mismos, su origen, el listado de contribuyentes, su identificación plena y respaldos de ingresos y egresos recibirán una sanción que va desde una multa económica a la suspensión de los derechos políticos de dos a cuatro años.

A finales de octubre, el expresidente Correa ya había alertado de que el CNE los había denunciado ante el TCE con el supuesto objetivo de sancionarlos y eliminarlos como partido.

Sin embargo, Atamaint señaló en ese entonces que se trataba de un procedimiento que se realiza a todas las organizaciones que tienen inconsistencias en sus cuentas de campaña.

La excandidata del correísmo tacha de persecución política

Luisa González aseguró este sábado en su cuenta de X que el movimiento ha tenido que «enfrentar las miserias de un CNE entregado al Gobierno y dedicado a perseguir a todos los oponentes políticos».

El pasado miércoles otro juez admitió a trámite una primera denuncia interpuesta por Atamaint en contra de González y de Andrés Araúz, candidato a vicepresidente en esas mismas elecciones anticipadas de 2023, en las que ganó el actual presidente, Daniel Noboa.

Esa denuncia es por el manejo de las cuentas de campaña del binomio presidencial, aunque el juez no definió aún la fecha de la audiencia. Fuente: Vistazo

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Comuneros del Sur, la nueva disidencia guerrillera que avanza hacia Ecuador y complica más la frontera norte

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La alarma se encendió en la semana del 17 de noviembre de 2025. En esos días circularon imágenes en redes sociales que mostraban a hombres armados con fusiles de largo alcance, equipos de combate y comunicación caminando por las calles de la parroquia Goaltal, cantón Espejo, provincia de Carchi.

En su indumentaria eran visibles distintivos que pertenecerían a los Comuneros del Sur. Aunque, inicialmente, no hubo un pronunciamiento público de las Fuerzas Armadas, Policía o autoridades gubernamentales de Ecuador, la respuesta se concretó días después a través de una operación espejo y coordinada con el Ejército de Colombia.

El operativo conjunto culminó en un combate de dos horas en territorio colombiano, específicamente en el municipio de Cumbal, Nariño; a pocos kilómetros del límite fronterizo. Como resultado, mandos del Ejército de Colombia confirmaron la muerte de dos guerrilleros del Frente Comuneros del Sur en la vereda Tiuquer.

La operación militar mostró más resultados, el 28 de noviembre de 2025. El Ministerio de Defensa de Ecuador informó del desmantelamiento de dos campamentos en el cantón Espejo. Estos sitios fueron identificados como “centros de abastecimiento logístico” del los Comuneros del Sur.

En el lugar, soldados ecuatorianos incautaron 2.360 municiones, uniformes “tipo guerrillero” y neutralizaron un artefacto explosivo tipo trampa. Según la cartera de Estado, esta operación generó una afectación de USD 120.000 a la disidencia, debilitando “significativamente su capacidad operativa y de sostenimiento”.

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Esta es la primera vez que se evidencia la presencia de este grupo guerrillero en el lado ecuatoriano de la frontera. Esto luego de la decisión del presidente Daniel Noboa, tomada en mayo de 2025, de catalogar como grupos armados organizados al Frente Comuneros del Sur, el Frente Oliver Sinisterra y a los Comandos de la Frontera.

Una nueva disidencia al panorama
El Frente Comuneros del Sur es una facción disidente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero de origen de izquierda que experimentó una considerable expansión en Colombia —en los territorios cercanos a Ecuador— tras la desmovilización de las FARC, en 2016.

Según reportes de medios colombianos, la disidencia surgió de las divisiones internas relacionadas con el proceso de paz en Colombia y la economía del narcotráfico. El ELN mantiene una considerable presencia en los departamentos colombianos de Putumayo, Nariño y Cauca, con el Frente de Guerra Suroccidental que agrupa a unos diez frentes y cuenta con aproximadamente 520 combatientes.

El Frente Comuneros del Sur, bajo el liderazgo de alias ‘HH’, opera principalmente en las zonas rurales de Tumaco y Barbacoas, Nariño (fronterizo con Ecuador). Las autoridades colombianas señalan que este frente está involucrado en el narcotráfico, encargado de transportar la coca producida localmente, proteger los laboratorios y cobrar un «impuesto al gramaje» por cada kilo de coca procesado por otros grupos.

Según el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la ONU, en 2022 se detectaron 59.746 hectáreas de cultivos de coca solo en Nariño. Además, informes de inteligencia de la Policía y de las  Fuerzas Armadas de Ecuador indican que el Frente Comuneros del Sur también está involucrado en la minería ilegal y el cobro de extorsiones en áreas de Carchi y Esmeraldas.

Este grupo se distanció de la cúpula central del ELN (Comando Central o COCE) por su voluntad de adherirse a los diálogos regionales de paz impulsados por el gobierno de Gustavo Petro. El 12 de marzo de 2024, el frente expresó públicamente su «voluntad, compromiso y participación de paz desde los territorios», en Nariño.

La presencia de la disidencia Comuneros del Sur en Ecuador, según datos militares ecuatorianos, se enmarca en la expansión del ELN que se ha apalancado por ingresos del narcotráfico, la minería ilegal, secuestros y extorsiones.

Los informes indican que el Frente Comuneros del Sur usan Carchi y Esmeraldas como sitios de descanso, refugio y corredores logísticos para abastecimiento de armas, explosivos, combustibles y víveres. Adicionalmente, hay registros de reclutamiento forzado de jóvenes de 17 a 20 años para enviarlos a centros de adiestramiento en Colombia.

Un acto más en la conflictiva frontera norte
La presencia de los Comuneros del Sur en Ecuador forma parte de una realidad más amplia y complicado. En los últimos años, según los informes anuales de la Unodc, el país ha dejado de ser un simple corredor logístico de la cocaína para convertirse en un campo de operaciones para grupos criminales transnacionales.

Incluso, en octubre de 2024, el presidente Daniel Noboa reportó la existencia de 2.000 hectáreas de cultivos de coca en la frontera norte ecuatoriana, una cifra sin precedentes basada en un Informe Geoespacial de Cultivos Ilícitos entregado por el Gobierno de Estados Unidos a Ecuador. Aunque, finalmente, ni hubo ninguna confirmación oficial de esa cantidad de hectáreas supuestamente sembradas.

Ese mismo documento identificó a 11 bandas criminales que operan en la frontera, seis ecuatorianas y cinco colombianas. Del lado ecuatoriano, el documento señala la operación de Los Lobos en Carchi, Sucumbíos y Esmeraldas. En Esmeraldas, también se identifican a Choneros, Águilas, Patones, Tiguerones y Gángsters.

Del lado colombiano, se ha identificado la operación de disidencias de las FARC como el Frente Alonso Cano y el Frente Urías Rondón en Esmeraldas; el ELN (del cual se escindieron los Comuneros del Sur) y el Frente Alonso Cano en Carchi; y los Comandos de la Frontera y el Frente Carolina Ramírez en Sucumbíos. A los que se sumarían los Comuneros del Sur.

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Los grupos colombianos que operan en esta frontera son residuales de guerrillas, y han mutado hacia el narcotráfico como principal fuente de financiamiento. Estos grupos han generado alianzas con cárteles mexicanos y con bandas ecuatorianas, que brindan servicios logísticos esenciales como el transporte y el almacenamiento de droga. Fuente: Primicias

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Las candidaturas y el control de la Revolución Ciudadana aumentan la división entre los correístas

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Después de las fiestas de diciembre, la Revolución Ciudadana (RC) entrará en un año decisivo para su futuro en la vida política: debe elegir a su nuevo presidente nacional. Esto después del fracaso de la doble candidatura de Luis González, quien además ha estado a la cabeza de la agrupación.

Y aunque casa adentro lo nieguen, el malestar de varios cuadros al interior de la agrupación, debido al manejo del movimiento por parte de ciertos líderes, es cada vez más público y notorio. Y el principal grupo que enfrenta esa discordia es el de las autoridades locales electas por la lista 5.

Una primera evidencia salió a la luz con la carta que le enviaron al expresidente cuatro prefectos y un alcalde, para solicitar un espacio de diálogo. Después de que Correa y González iniciaran una campaña para descalificar los resultados electorales de 2025 bajo la sombra de un fraude que nunca lograron probar.

Ese distanciamiento había sido evidente desde mucho antes, pero solo en ese momento se confirmó que las cinco figuras consideraban que la RC vive una desconexión de los problemas profundos del país y que ponían en duda la dirección de González.

Como es usual, esto desencadenó la indignación de Correa, que puso como tarima para la discusión a las redes sociales. Desde entonces las cosas no han mejorado. Y estos perfiles de la Revolución han optado por mantener su rumbo individual, sin atreverse tampoco a optar por una desafiliación.

Y el problema es que ambos dependen mutuamente del otro. La mayoría de perfiles de la lista 5 no conseguirían mantener sus puestos sin el membrete correísta y Correa, sin sus candidatos con más experiencia, no podría ocupar espacios de poder en las siguientes elecciones.

Sin embargo, al exmandatario parece no importarle incrementar esa brecha entre sus representantes locales. Correa no ha tardado en lanzar críticas públicas en ningún caso y los demás también mantienen la tradición de exponer sus diferencias:

«Me opondré a cualquier candidato tibio», dijo Correa tras el anuncio de Pabel Muñoz de buscar la reelección de la alcaldía de Quito.
«Si esto se acepta, soy yo el que estoy de más», amenazó Correa tras la reunión entre Marcela Aguiñaga y Lourdes Tibán y le quitó el respaldo para la reelección a la Prefectura de Guayas.

Luisa González dijo públicamente que «muchas autoridades no deberían repetir como candidatos», refiriéndose a Aguiñaga y Aquiles Alvarez.
Mientras que Alvarez le pidió a la excandidata presidencial que se tranquilice.

Aguiñaga fustigó a González diciéndole que «quisiera que vivas lo que significa ganar una seccional».
Estas escenas en la tarima digital refuerzan la tradición del correísmo de no resolver sus pugnas a lo interno y ratifican que el debate dentro de la organización no existe, corroborando lo que han dicho quienes abandonan el movimiento o son declarados traidores.

Y justamente eso es lo que estará en juego en la elección del próximo presidente nacional de la agrupación, en la convención que se realizará en enero, para nombrar al sucesor de González y acordar el futuro del movimiento.

Sin embargo, pese a que la Revolución Ciudadana tiene como ventaja contar con más perfiles que todos los demás partidos políticos, el único nombre que se ha anunciado ha sido el de Felipe Vega de la Cuadra, considerado un leal aliado de Rafael Correa, pero que no ha estado públicamente en las filas del movimiento desde hace mucho tiempo.

Esto refleja otro problema, que pese a captar cuadros jóvenes y evidenciar en las elecciones nacionales los cambios que exige el electorado, el correísmo sigue atorado en la fidelidad a su máximo líder y no en la renovación de propuestas y estrategias.

Pero quien sea que encabece el próximo buró del movimiento deberá enfrentarse al reto de canalizar la selección de miles de candidatos para las elecciones locales de 2027. Esos resultados definirán la supervivencia de la que fue la mayor fuerza política del país hasta 2017, que podría recuperar espacios o desaparecer del mapa electoral.

Un contexto que no cambia
El correísmo enfrenta su peor momento desde su renacimiento, en agosto de 2021, cuando se apropió de la lista 5, antes inscrita como Fuerza Compromiso Social. Ese movimiento les ha permitido participar bajo una bandera propia en las elecciones seccionales de febrero 2023, las extraordinarias de agosto de 2023, y las presidenciales de 2025.

Sin embargo, su popularidad electoral ha ido disminuyendo, especialmente con los constantes escándalos de corrupción que rodean a sus principales figuras y a muchos de sus antiguos cuadros y aliados, con los que compartieron el poder entre 2007 y 2017.

Pero, pese a ello, la tendencia política mantiene todavía una base electoral representativa, especialmente en comparación a la mayoría de agrupaciones políticas nacionales que agonizan en su intento de sobrevivir a los ciclos electorales. Y esto le ha permitido mantener espacios en la Asamblea Nacional y en los gobiernos locales.

Por ejemplo, en 2023 lograron quedarse con las alcaldías de Quito, Guayaquil, Santo Domingo y Esmeraldas y las prefecturas de Pichincha, Guayas, Manabí, Azuay, Imbabura, Sucumbíos. A esto sumaron después 67 curules legislativas en 2025.

No obstante, toda esa representación política ha ido diluyéndose. Y el factor común en la mayoría de disputas internas son los choques con su presidente vitalicio y líder histórico, Rafael Correa. Con el que varios miembros de la Revolución han preferido mantener distancia.

Más allá de que la bancada correísta ha ido perdiendo miembros y hay lealtades cuestionadas, el exmandatario ha mantenido una férrea defensa de la que escogió como su heredera, pese al fracaso que tuvo en la dirección de la Revolución Ciudadana.

Y gran parte de los resultados electorales negativos, en las últimas dos presidenciales, se debió justamente a que Luisa González mantuvo las mismas líneas de Correa, sin emitir ni un solo criterio que difiriese del suyo. Lo que la llevó a sostener, por ejemplo, el reconocimiento del vilipendiado Nicolás Maduro.

En eso también ha contribuido el mismo expresidente, con cada estallido en redes sociales, que ponía en apuros a los militantes de la lista 5 que permanecen en Ecuador y que ocupan espacios de poder. La magnitud de ese problema fue corroborada con la difusión de los chats del caso «ligados», donde algunos jóvenes perfiles de la Revolución pedían que alguien le quite el teléfono a su líder. Fuente: Primicias

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