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Opinión

Ser autoridad con vientos de guerra

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Lo que está surgiendo en Ucrania es un Punto de Inflexión en la Deriva Histórica de la Humanidad, algo que está resultando muy, pero muy significativo, recesión con posibilidad de hambruna global. Se está edificando (o forzando) un Mundo Tripolar Balcanizado, con tres naciones que tienen la hegemonía económica y militar que van a dividir el planeta en tres regiones, las regiones del rublo, del dólar y del yuan. Esta perspectiva del Nuevo Orden Mundial permite el análisis con visión geopolítica que, necesariamente, requiere de una reflexión muy sería, sobre todo en un país fallido políticamente que vive permanentemente cometiendo el error de ser inconstitucional, un país sin proyecto país, desnortado y desgobernado, donde ya está definido lo que se tiene que pensar con planteamientos ideológicos de izquierda proimpuestos y progresivos. Las Mesas de Diálogo “Gobierno – CONAIE” tras el estallido social resultado del rechazo a las condiciones del FMI y la disposición del gobierno para edificar una sociedad neoliberal, un ejemplo de ello son los impuestos a los combustibles.

La economía no tiene ética ni el intervencionismo geopolítico, entonces las acciones neoliberales no pueden separarse ni en buenas ni en malas. Ecuador, país minero productor de petróleo podría sostener una decisión “la venta de petróleo a China o a EE.UU.” Va a tener que decidir ¿Qué implicaciones tendrían considerar el actual estado de las negociaciones con el FMI? Pone a Ecuador en una situación de ventaja. Porque la Guerra en Ucrania se está convirtiendo en una señal geopolítica.

Ecuador o socialismo Democrático Descentralizado con una Metaconstitución propone Desarrollo Sostenible basado en el Buen Vivir ¿Qué rol cumple la Economía Popular Solidaria? cuando las nuevas autoridades van a convivir en su administración con los efectos de la primera guerra híbrida en Ucrania y “cada vez más personas están cayendo en riesgo social”. La Ley Orgánica Sobre Economía Popular Solidaria (LOEPS) surgió como una alternativa al Sistema Económico Neoliberal, prioriza el trabajo de las personas en proyectos basados en Relaciones de Cooperación Solidaria para alcanzar el Desarrollo Social. Pero, “Administrar con Vientos de Guerra Mundial” los esfuerzos estarían dirigidos a “Evitar que más personas caigan en Riesgo Social”. Ya se está viviendo una Administración con Pandemia y nadie menciona que esto ocurre con Cambio Climático. La institucionalidad creada reúne al Instituto de Economía Popular Solidaria (IEPS) y a la Corporación Nacional de Finanzas Popular y Solidaria (CONAFIPS), ambas orientadas al Desarrollo Comunitario Sostenible mientras que el Movimiento de Economía Social y Solidaria de Ecuador (MESSE) promueve los conocimientos y saberes ancestrales para alcanzar el sumak kawsay.

Un discurso político podría/debería congregar y unir a los ciudadanos en torno a un futuro sostenible bajo una buena gobernabilidad con políticas que deberían ser un punto en la mejora de la Calidad de Vida (y punto). Teniendo una Administración con Visión (ya se sabe con lo que se va a coexistir) podría romper el sesgo político.

Vitali Arévalo (vitaliarevalo@gmail.com)

Noticias Zamora

“Guadalupe exige respuestas: 58 años de historia y aún espera obras viales inconclusas y recolección de basura digna.”

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Por: Alcibar Lupercio

Conmemorar los 58 años de parroquialización de Guadalupe no es únicamente revisar un calendario institucional; es volver a escuchar el pulso íntimo de una tierra que, desde sus orígenes, ha sabido construir su identidad entre ríos intensos, montañas de selva y la perseverancia de su gente. En esta ocasión, invitado por Radio Fama de Yantzaza, tuve el honor de compartir una mirada crítica y afectiva sobre la historia, el presente y los desafíos que aún marcan la vida cotidiana de esta parroquia emblemática del cantón Zamora, en la provincia de Zamora Chinchipe.

La parroquia Guadalupe, cantón Zamora, provincia de Zamora Chinchip, fue creada por ordenanza municipal el 27 de abril de 1967; su parroquialización aparece publicada en el Registro Oficial Nº 262 con fecha 28 de noviembre de 1967.

Guadalupe es tierra de hombres y mujeres trabajadores, una parroquia que abre sus puertas a propios y extraños y que festeja con orgullo su aniversario

Infraestructura: avances valiosos, deudas pendientes

Hablar del desarrollo de Guadalupe implica también hablar de las rutas que la conectan con el resto de la provincia. Sus 58 años de vida administrativa han sido testigos de esfuerzos importantes, pero también de postergaciones que hoy se vuelven insostenibles.

Uno de los temas más urgentes es el estado crítico de la vía La Saquea – Muchime, cuyos tramos presentan deterioro y compromete la seguridad de los usuarios. Cunetas colapsadas de maleza, baches constantes y tramos en riesgo exigen un mantenimiento inmediato, responsabilidad que recae a la prefectura. A esto se suman los parques olvidados, espacios que deberían ser el corazón social de los barrios, pero que hoy permanecen descuidados, pues, hacemos un llamado al municipio a ser mas eficientes. La deficiente recolección de basura, que llega después de varios días o semanas, generando focos de insalubridad, mala imagen urbana y aumento del mosquito en depósitos improvisados. Una realidad que afecta especialmente a los niños y que contradice el derecho comunitario a vivir en entornos dignos.

   

El proyecto de asfaltado La Saquea – Guaguayme Bajo – Guaguayme Alto, obra vital para seis barrios ubicados aguas arriba del río Yacuambi, es otro ejemplo claro de una deuda que debe saldarse. Esta intervención de 5 km, ejecutada bajo modalidad de administración directa, que inició en julio de 2024 debía estar concluida en 2025. Sin embargo, la obra avanza a medias.

Desde este espacio hacemos un llamado respetuoso pero firme a la prefecta de Zamora Chinchipe, Ing. Karla Reátegui, para que se cumplan los plazos y compromisos adquiridos: “Las autoridades deben cumplir los plazos anunciados. El pueblo cree en sus autoridades cuando los proyectos se culminan en el tiempo planificado.”

La consolidación de este tramo, junto con el segundo tramo hacia Cantzama, no solo mejorará la conectividad, sino que articulará la producción, dinamizará el comercio y fortalecerá la economía de Guaguayme Bajo, San Juan, San Agustín, Guaguayme Alto, San Luis, Conchay, Cantzama Bajo y Cantzama Alto.

El pulso económico: diversidad, trabajo y necesidad de tecnificación

Guadalupe es un mosaico productivo. La labor diaria de su gente sostiene actividades tan diversas como:

  • Cría de rana y tilapia en Piuntza, con impacto incluso internacional.

  • Mueblerías y oficios artesanales que mantienen viva la tradición local.

  • Ganadería, porcicultura y avicultura, pilares del abastecimiento rural.

  • Agricultura diversificada, con yuca, plátano, caña y productos propios de la Amazonía.

  • Minería, que también marca el comportamiento económico de la parroquia.

Pese a ello, la falta de tecnificación sigue siendo un límite estructural. Falta avanzar en sistemas modernos de ganadería, animales menores, invernaderos y, sobre todo, capacitación técnica continua para los productores.

Se requiere una mirada conjunta del Gobierno Provincial y del Gobierno Nacional, capaz de traducirse en políticas públicas reales, más allá de los proyectos aislados.

La salud como memoria social: la Clínica Nuestra Señora de Guadalupe

Recordé también la importancia histórica de la Clínica Nuestra Señora de Guadalupe, impulsada décadas atrás por el padre Jorge Nigsch, un espacio que llegó a ofrecer especialidades médicas a bajo costo y que convocaba pacientes desde Quito, Cuenca y otras provincias. Siendo la mayor beneficiada esta provincia.

Esta clínica fue más que un servicio: fue un motor social, un referente de organización y solidaridad. Apostar por revitalizar iniciativas de este tipo sería, hoy, una inversión no solo en salud, sino en la reactivación económica y reputacional de la parroquia.

Un mensaje para Guadalupe: identidad, trabajo y esperanza

“Felicito a todos quienes cada día hacen patria en esta tierra. Que sigamos trabajando con fuerza, aportando con nuestras ideas y nuestras manos para construir un mejor futuro para nuestros hijos. Que este Guadalupe verde y productivo siga floreciendo y llenando de oportunidades a las nuevas generaciones.”

Invito a celebrar no solo en este aniversario, sino durante todo el año, con la energía que nace del trabajo rural:
“¡Viva Guadalupe, viva nuestra gente, viva el sector productivo y viva la ruralidad y la ciudad, porque solo así seremos un cantón fuerte!”

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Noticias Zamora

Hombres que Iluminan el Camino

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Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, una fecha que no busca exaltar el machismo ni destacar superioridades inexistentes, sino reconocer el valor, la misión y la responsabilidad que miles de hombres asumen silenciosamente su rol cada día. Durante años esta conmemoración pasó inadvertida, pero hoy cobra fuerza en medio de un mundo que necesita hablar de masculinidades sanas, de liderazgo responsable y de la urgencia de formar hombres íntegros, sensibles y valientes desde el hogar.

Este día nos invita a mirar al hombre con una perspectiva más humana y más profunda: no como un símbolo de dureza, sino como alguien que siente, que lucha, que carga, que protege, que ama. Nos recuerda que la verdadera hombría no se construye a golpes, sino con carácter, con respeto, con propósito y con amor.

Desde los valores bíblicos, sociales y familiares, esta celebración nos inspira a comprender lo que significa ser un hombre auténtico en tiempos donde la violencia, la indiferencia y la confusión emocional han distorsionado el ideal de masculinidad. Ser hombre (según el diseño divino y la responsabilidad humana) es iluminar el camino, no con discursos, sino con acciones; no con imposiciones, sino con ejemplo; no con fuerza bruta, sino con la fuerza del corazón.

Hoy celebramos no solo a los hombres, sino a quienes se esfuerzan por ser mejores hombres: mejores hijos, esposos, compañeros, padres, amigos, líderes y ciudadanos. Porque cuando un hombre crece, también crece su hogar, su comunidad y su país.

El Diseño Divino del Hombre: Identidad y Propósito

La Biblia presenta una visión profunda y trascendente acerca del valor y el propósito del hombre. Desde el inicio de la creación, Dios establece que el hombre fue hecho a su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Este detalle no es casual ni simbólico: significa dignidad inherente, capacidad moral, creatividad y una responsabilidad espiritual única.

Dios confía al hombre la tarea de cultivar y cuidar la tierra (Génesis 2:15), lo que muestra que su labor no se limita a trabajar, sino a proteger, preservar y administrar con sabiduría. De igual manera, la Escritura revela que el hombre está llamado a ser proveedor y guardián del hogar, dando prioridad al bienestar de su familia (1 Timoteo 5:8).

Pero la Biblia no solo define funciones; también revela el carácter que debe distinguir a un hombre conforme al corazón de Dios. Por eso enseña que el hombre debe:

  • Amar a su esposa con el mismo amor sacrificial con que Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25).
  • Mantenerse firme en la fe, actuando con valentía, integridad y responsabilidad (1 Corintios 16:13).
  • Liderar con humildad y espíritu de servicio, no con imposición ni violencia, sino siguiendo el ejemplo de Cristo (Mateo 20:26).

Jesús también señala que la verdadera grandeza del hombre no se mide por su fuerza física, sino por lo que brota de su interior.

Como declara Lucas 6:45: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno… porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

Un hombre conforme a Dios es aquel que cuida su corazón, que alimenta su espíritu y que permite que su carácter sea moldeado por la Palabra. Por eso Santiago exhorta: “Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”

Este llamado bíblico nos recuerda que la verdadera hombría no está definida por dominación, agresión o poder, sino por la mansedumbre, el dominio propio, el amor y la sabiduría que nacen de un corazón transformado.

Ser hombre, según Dios, es un privilegio y una responsabilidad: vivir con propósito, amar con entrega y proteger con nobleza. Es reflejar, a través de la vida diaria, el carácter de aquel que lo creó.

La Misión Sagrada del Hombre: Su Rol en la Familia y la Sociedad

 El rol del hombre dentro de la familia y la sociedad no es una carga, sino una misión sagrada. Un verdadero hombre entiende que su presencia, su ejemplo y su entrega pueden transformar destinos enteros. Él no lidera desde la imposición, sino desde el corazón; no manda desde la fuerza, sino desde la responsabilidad.

En el hogar, el hombre es llamado a ser:

 Guía espiritual, sembrando valores no con discursos vacíos, sino con el ejemplo vivo de su conducta.

  • Proveedor responsable, que trabaja con honestidad y sacrificio, sabiendo que cada esfuerzo construye el futuro de los suyos.
  • Protector emocional y físico, capaz de crear un ambiente donde la esposa y los hijos se sientan seguros, amados y en paz.
  • Compañero y apoyo, presente en la crianza, en la educación y en las conversaciones que forman el corazón de los hijos.

En la sociedad, el hombre debe actuar como:

 Modelo de rectitud, un referente de ética, justicia y coherencia.

  • Agente de paz, que calma tormentas y evita conflictos, escogiendo la sabiduría por encima de la violencia.
  • Constructor de comunidad, que aporta con su trabajo, su creatividad y su compromiso social.

Pero es importante decirlo con claridad: La agresión jamás es un acto de valentía. El hombre que levanta la mano contra una mujer revela su miedo, su cobardía y su incapacidad de gobernarse a sí mismo. Quien de verdad es valiente no lastima; edifica. No destruye; protege. No humilla; impulsa. Los hombres valientes: trabajan duro para sacar adelante a su familia, protegen a su esposa y a sus hijos “con uñas y dientes”, educan para que la siguiente generación viva mejor, se esfuerzan por equivocarse lo menos posible, enseñan amor a Dios, amor al deporte, amor al trabajo y lo más importante: nunca abandonan a los suyos.

Si un día uno de sus hijos, su esposa o un hermano se hunde en el mar turbulento de la vida, el hombre valiente no mira desde la orilla: entra al agua, sostiene, carga, levanta y acompaña hasta cruzar la tormenta. Porque la verdadera valentía nunca consiste en repartir golpes ni en perder la conciencia en una botella. La verdadera valentía consiste en nutrir la mente, ablandar el corazón y templar el alma, para que nadie de los suyos se quede atrás en la travesía de la vida. Cuando el hombre cumple su propósito con integridad, la familia se fortalece, la sociedad se equilibra y el futuro de las generaciones se edifica sobre cimientos firmes.

La primera obligación del hombre es ser feliz, y la segunda, hacer felices a quienes lo rodean. Porque, como se ha dicho, “un hombre sin carácter es como un soldado sin armas”. Y también es cierto que un hombre es verdaderamente rico no por lo que guarda en los bolsillos, sino por los brazos que lo abrazan cuando llega a casa.

Ese es el verdadero legado de un hombre: dejar huellas en corazones, no en el suelo.

El Poder de Pensar Bien de Ti

 Todo hombre necesita pensar bien de sí mismo. No desde la soberbia, sino desde la conciencia de su valor, de su dignidad y de la imagen de Dios que lleva dentro. Lo peor que le puede ocurrir a un hombre no es fracasar, cometer errores o tropezar en la vida; lo verdaderamente grave es permitir que su mente se llene de pensamientos que lo empequeñecen, que lo desprecian y que lo hacen creer que no es suficiente.

David Fischman cuenta en El Espejo del Líder la historia de un rey que, enfermo y desesperado, pidió a un sabio que lo sanara. El gurú le dijo que se curaría cuando lograra ver “todo azul”. El rey, sin comprender la enseñanza, ordenó pintar su reino entero de ese color: casas, campos, vestidos y hasta la ropa de sus súbditos.

Meses después, el gurú regresó y fue obligado a ponerse un traje azul para poder entrar al palacio. Al ver al rey, le dijo con claridad:

“Su Majestad, yo jamás le pedí que cambiara la creación de Dios. Le pedí que cambiara la forma en que la mira. Usted no tenía que pintar el mundo: solo necesitaba ponerse unos lentes azules”.

Esta historia refleja la realidad de muchos hombres:

Nos esforzamos por cambiarlo todo (personas, situaciones, circunstancias), cuando el verdadero cambio debe empezar dentro de nosotros. Queremos modificar el mundo externo sin transformar primero la mirada interna.

Pero la vida cambia cuando cambiamos nuestra perspectiva. La conducta se transforma cuando primero cambiamos el pensamiento. Y el mundo se ilumina cuando el hombre aprende a mirar con ojos nuevos.

Hoy es un buen día para ponerte “lentes azules”: lentes llenos de confianza, esperanza, fe y autoestima. Cuando empiezas a creer en tu propio valor, te das permiso para crecer, para sanar y para avanzar. Entonces, y solo entonces, podrás apreciar la belleza de la vida y también la belleza que Dios depositó en ti.

Porque, al final, el hombre más poderoso no es el que domina tierras ni dirige multitudes, sino el que es dueño de sí mismo, como dijo Virgilio.

El que ha conquistado su mente, ha conquistado su mundo. El que se mira con respeto, caminará con propósito. El que se valora, construirá. El que se acepta, se transformará.

¿Qué es el verdadero significado de un hombre valiente?

Un hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino quien actúa con rectitud a pesar del miedo. La valentía se refleja en actitudes diarias:

  • Reconocer errores y pedir perdón.
  • Levantarse después de las caídas.
  • Proteger a su familia con amor, no con agresión.
  • Tomar decisiones difíciles con sabiduría.
  • Ser firme en sus valores aun cuando otros no lo son.

De acuerdo con la Biblia, “esforzarse y ser valiente” (Josué 1:9) significa confiar en Dios, enfrentar desafíos con fe y mantener un corazón humilde. La verdadera valentía es moral, emocional y espiritual. La soberanía de un hombre está oculta en su conocimiento.

El Niño que Formamos Hoy, Será el Hombre que Sostendrá el Mañana

 Formar bien a un hombre desde la familia no es una tarea secundaria; es una prioridad absoluta. La manera en que un niño es educado, amado, disciplinado y acompañado define la clase de hombre en la que ese niño se convertirá. Todo hombre adulto fue alguna vez un pequeño que necesitaba guía, afirmación, afecto y dirección.

Cuando un niño crece escuchando palabras que afirman su valor, recibiendo límites que moldean su carácter y viendo ejemplos que lo inspiran, ese niño desarrolla raíces profundas que lo sostendrán en la vida adulta. Pero cuando se le cría sin orientación, sin afecto o sin presencia paterna, queda vulnerable a la inseguridad, la violencia, la impulsividad y la confusión emocional.

Cuando la familia invierte tiempo en la formación emocional, espiritual y moral de un niño varón, está construyendo mucho más que un individuo: está edificando un futuro, un hogar, una sociedad.

Cada hombre bien formado se convierte en un pilar que sostiene, protege y transforma su entorno.

Porque el progreso de un país no depende solo de sus instituciones, sino de los hombres y las mujeres que lo habitan; y un hombre formado con valores es una de las mayores riquezas que una familia puede entregar al mundo.

Mensaje por el día del hombre

 Este, 19 de noviembre, celebramos el Día Internacional del Hombre, reconocemos a todos aquellos que, con esfuerzo silencioso y amor profundo, se levantan cada día para ser mejores. Ser hombre no significa gritar, imponer o aparentar dureza; significa mirar hacia adentro, dominar el propio carácter y liderar con el ejemplo.

El verdadero hombre es quien visualiza el futuro de los suyos, los educa con sabiduría, trabaja con honestidad para sostener su hogar y demuestra su valentía no levantando la mano, sino levantando el corazón. La fuerza auténtica nunca humilla; inspira. Nunca hiere; protege. Nunca controla; acompaña.

A los hombres valientes que eligen caminar en la luz del altruismo y no en la sombra del egoísmo: a los que cargan, sostienen, enseñan y abrazan; a los que reconocen sus errores y deciden cambiar; a los que jamás abandonan a los suyos y luchan por ser mejores cada día…

hoy les honramos. Quizás la vida no les dio facilidades. Muchos crecieron luchando desde niños para salir adelante. Pero esa lucha los formó, los templó y los convirtió en pilares para su familia y su comunidad. Por eso, más que felicitarlos, los reconocemos. Porque el mundo necesita hombres que construyen, que aman con ternura, que protegen sin violencia, que inspiran con su ejemplo y que transforman con su bondad.

Y que esta celebración sea también un recordatorio necesario: que el primer ramo de flores que recibamos no sea en la tumba. Valoremos, respetemos y agradezcamos a los hombres buenos mientras están aquí, mientras luchan, mientras aman, mientras se esfuerzan.

A todos los hombres que cada día buscan ser mejores hijos, esposos, padres, hermanos, amigos, trabajadores, jefes y ciudadanos:

¡Feliz Día Internacional del Hombre!

Que nunca se apague tu valentía, tu nobleza ni tu deseo de crecer. Porque cuando tú creces, también crece tu familia, tu comunidad y tu país.

Conclusión

El Día Internacional del Hombre, celebrado cada 19 de noviembre en Ecuador y en muchas partes del mundo, no es solo una fecha en el calendario: es un recordatorio de la enorme responsabilidad y del precioso privilegio que implica ser hombre en la familia y en la sociedad. Es un llamado a honrar a aquellos que, guiados por principios bíblicos y valores trascendentes, eligen caminar con rectitud aun cuando nadie los aplauda y levantarse aun cuando la vida parece pesar demasiado.

En tiempos donde la violencia, el abandono y la confusión emocional afectan a tantas familias, el mundo necesita hombres que conozcan su identidad, que vivan con propósito, que amen con valentía y que lideren con humildad. Hombres que no teman sentir ni sanar; que no teman proteger sin dominar; que no teman amar sin condiciones. Hombres que entiendan que su fuerza más grande no está en sus manos, sino en su corazón y en su carácter.

La formación de un hombre comienza en su hogar, pero su influencia no termina allí: se extiende a su comunidad, a su trabajo, a sus relaciones interpersonales y, finalmente, al país que ayuda a construir. Un hombre bien formado es un puente hacia un futuro más justo, más pacífico y más humano.

Por eso, celebrar a los hombres es también reafirmar nuestro compromiso de acompañarlos, valorarlos y animarlos a crecer cada día.

Que esta fecha nos inspire a seguir formando hombres con sensibilidad y firmeza, con determinación y ternura, con fe y con coraje. Hombres que iluminan caminos no por obligación, sino por convicción; no por apariencia, sino por esencia. Hombres que dejan huellas en el corazón, no cicatrices en el alma. Hombres que muestran, con su vida, que la verdadera grandeza se construye con amor, sacrificio y nobleza.

Porque cuando un hombre crece, su familia florece, su comunidad se fortalece y su país se eleva.

Y cuando un hombre vive conforme al propósito para el cual fue creado, su luz es capaz de alumbrar generaciones enteras.

 

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Noticias Zamora

La comunicación asertiva: el arte de expresarse con respeto y empatía

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Introducción

En la mayoría de los conflictos humanos, la raíz no está tanto en la diferencia de ideas como en la forma en que nos comunicamos. Con frecuencia, no escuchamos para comprender, sino para responder. La prisa, el ego y la falta de empatía han distorsionado la esencia del diálogo, dando paso a la confrontación, la indiferencia o la violencia verbal y emocional. Esta realidad se refleja en diversos ámbitos de la vida (familiar, laboral, educativo e incluso deportivo), donde el respeto cede terreno ante la impulsividad y el desencuentro.

¿Cómo revertir esta tendencia? El camino comienza con la comunicación asertiva, una práctica que nos invita a expresarnos con claridad, respeto y empatía, sin agredir ni someternos. Ser asertivo implica abandonar los juicios de valor, centrarnos en los hechos y aceptar que nuestras peticiones pueden ser aceptadas o rechazadas, porque cada persona piensa y siente de manera distinta, y esa diversidad merece ser respetada.

En un mundo cada vez más interconectado, pero paradójicamente más incomunicado, la asertividad se convierte en una competencia esencial. No basta con hablar ni con escuchar; es necesario hacerlo con conciencia emocional y responsabilidad. La comunicación asertiva nos enseña a expresar nuestras ideas y emociones sin dañar y a defender nuestros derechos sin vulnerar los ajenos.

Más que una técnica, la asertividad es una actitud de vida que promueve el entendimiento, fortalece la autoestima y construye vínculos más humanos. En las siguientes páginas se explorarán sus fundamentos, los elementos que intervienen en un diálogo asertivo y las estrategias para mantenerla incluso en contextos difíciles.

A diferencia de los animales, que resuelven sus disputas mediante la fuerza, el ser humano ha sido dotado con la razón y la palabra. Por ello, recurrir a la agresión para resolver nuestras diferencias es renunciar a lo que nos hace verdaderamente humanos: la capacidad de dialogar con respeto, pensar con empatía y construir paz con las palabras.

Fundamentos y relevancia de la comunicación asertiva

La comunicación asertiva es una de las habilidades sociales más valiosas para el bienestar personal y la convivencia humana. Se define como la capacidad de expresar pensamientos, sentimientos, deseos o necesidades de forma clara, directa y respetuosa, sin recurrir a la agresión ni caer en la pasividad. En otras palabras, ser asertivo significa defender los propios derechos sin vulnerar los de los demás, encontrando el equilibrio entre la honestidad personal y el respeto hacia el otro.

Desde una perspectiva práctica, la asertividad se sitúa en un punto medio entre dos extremos de comportamiento comunicativo:

  • Pasividad: se manifiesta cuando una persona evita expresar sus ideas o emociones por temor al conflicto o al rechazo. Este estilo suele generar frustración, baja autoestima y resentimiento, ya que las propias necesidades quedan relegadas.
  • Agresividad: ocurre cuando se imponen opiniones o emociones sin tener en cuenta los sentimientos ajenos. Este tipo de comunicación puede generar miedo, tensión y deterioro en las relaciones interpersonales.
  • Asertividad: representa el equilibrio entre ambos polos. Implica expresarse con firmeza, empatía y consideración, buscando el entendimiento y la cooperación más que la confrontación.

En el ámbito psicológico, la comunicación asertiva está estrechamente vinculada con la inteligencia emocional, ya que requiere un adecuado reconocimiento y gestión de las emociones propias (como la ira, el miedo o la frustración) y la capacidad de interpretar las emociones de los demás. De este modo, la asertividad no solo implica saber qué decir, sino también cómo, cuándo y con qué actitud decirlo.

La asertividad no es una cualidad innata, sino una habilidad aprendida y desarrollable a través del autoconocimiento, la práctica consciente y el control emocional. Aprender a comunicarse asertivamente implica reflexionar sobre la manera en que se expresan las ideas, ajustar el tono de voz, cuidar el lenguaje corporal y fortalecer la empatía. Este proceso conduce a una comunicación más auténtica, donde las personas pueden ser escuchadas y comprendidas sin generar tensiones innecesarias.

Además, la comunicación asertiva tiene un impacto directo en la calidad de las relaciones interpersonales. El diálogo asertivo promueve vínculos basados en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo. Para lograrlo, es fundamental descartar de raíz los mensajes irrespetuosos, los juicios de valor y las palabras hirientes. También se debe fomentar una escucha activa, es decir, prestar atención genuina al mensaje del otro, sin anticipar respuestas ni reaccionar desde la emoción. Escuchar con empatía (no con el “hígado”, sino con el corazón y la razón) permite comprender verdaderamente al interlocutor y responder con equilibrio.

Como bien lo demuestran diversos estudios en comunicación, el mensaje humano no depende solo de las palabras. “Según la regla del 7-38-55”, solo el 7% de lo que comunicamos se transmite mediante el lenguaje verbal, el 38% a través del tono de voz y el 55% mediante el lenguaje no verbal (gestos, posturas, miradas). Por ello, ser asertivo implica coherencia entre lo que se dice, cómo se dice y lo que se expresa con el cuerpo.

En síntesis, la comunicación asertiva es un arte que combina autenticidad, respeto y empatía. Practicarla no solo mejora la manera en que nos relacionamos con los demás, sino que también fortalece la autoestima, reduce los conflictos y favorece un clima de entendimiento y colaboración tanto en el ámbito personal como profesional.

El proceso del diálogo asertivo: de la comprensión emocional a la acción constructiva

El diálogo asertivo no es un acto espontáneo ni un simple intercambio de palabras; es un proceso consciente de comunicación en el que intervienen la razón, la emoción y la empatía. Ser asertivo implica saber qué decir, cómo decirlo y cuándo hacerlo, buscando siempre construir entendimiento en lugar de generar conflicto. ¿Por qué es asertivo y emotivo?: no juzga, escucha y acompaña; muestra amor y confianza; propone una solución conjunta, no una amenaza y transforma el error en una oportunidad de crecimiento y cercanía familiar.

Para lograrlo, es útil seguir un proceso estructurado que permite ordenar las ideas y expresar los sentimientos de manera equilibrada. Este proceso consta de cuatro pasos esenciales:

  1. a) Describir los hechos concretos

El primer paso consiste en mencionar objetivamente lo que ha ocurrido, sin juicios ni interpretaciones. Describir hechos concretos permite que el interlocutor comprenda con claridad la situación y evita que el diálogo se centre en reproches o valoraciones subjetivas.

  1. b) Expresar los sentimientos

Luego, se comunican los sentimientos personales asociados a esos hechos, utilizando un lenguaje emocional honesto, pero sereno. La clave está en hablar desde el “yo” y no desde la acusación: “Me siento preocupado…” en lugar de “Tú me decepcionas.”

  1. c) Formular una petición concreta

El tercer paso consiste en expresar qué se desea que cambie o se haga. La petición debe ser específica, realista y en tono colaborativo, no impositivo. De esta forma, se orienta el diálogo hacia la solución y no hacia la culpa.

  1. d) Especificar las consecuencias

Finalmente, se explican las consecuencias positivas o constructivas que puede tener la acción propuesta. Este cierre refuerza la motivación y la confianza, mostrando que la intención es acompañar y mejorar la relación, no castigar.

EJEMPLO PRÁCTICO DEL DIÁLOGO ASERTIVO: “HIJO (A) CON BAJO RENDIMIENTO ACADÉMICO”

Una madre recibe el reporte escolar de su hijo y nota que ha bajado notablemente sus calificaciones. Ella está preocupada y triste, pero decide abordar este problema desde el diálogo asertivo.

Conducta pasiva:

La madre evita hablar del tema, guarda silencio y piensa: “No quiero hacerlo sentir mal… tal vez mejore solo.” Mientras tanto, la preocupación crece y el problema continúa.

Conducta agresiva:

La madre, se molesta, le dice con tono alto: “¡Eres un irresponsable! ¡Todo el día con el celular y amigotes! ¡Si sigues así, te quedarás de año y te pondré a trabajar!” El hijo se siente humillado y se cierra al diálogo.

Conducta asertiva:

La madre busca un momento tranquilo, se sienta con él y dice con calma: “Hijo, he visto tus calificaciones y han bajado bastante en las últimas semanas (hechos).

Me siento preocupada y triste, porque sé que eres capaz de hacerlo mejor y quiero verte avanzar (sentimientos).

Me gustaría que organicemos juntos un horario de estudio y que me cuentes si hay algo que te está costando entender o concentrarte (petición concreta).

Si trabajamos juntos, estoy segura de que podrás mejorar tus notas y te sentirás más tranquilo contigo mismo y también nosotros como familia (consecuencias).” 

Pilares esenciales del diálogo asertivo: autoconocimiento, respeto y empatía 

El diálogo asertivo no se limita a hablar con educación o expresar ideas de manera diplomática; se trata de una forma consciente y equilibrada de comunicación, donde las personas se expresan desde la autenticidad, pero sin perder el respeto hacia el otro.

Para que un intercambio comunicativo pueda considerarse verdaderamente asertivo, deben cumplirse tres requisitos fundamentales: autoconocimiento, respeto mutuo y empatía.

  1. Autoconocimiento: El primer requisito para un diálogo asertivo es el autoconocimiento emocional. Antes de hablar, es necesario comprender lo que sentimos, pensamos y necesitamos. Solo quien se conoce a sí mismo puede comunicarse con claridad y equilibrio. Reconocer las propias emociones (como la ira, la tristeza, la frustración o el miedo) permite expresarlas sin dejar que dominen la conversación. Por ejemplo, en lugar de reaccionar impulsivamente ante una crítica, una persona asertiva puede decir: “Me siento incómodo con tu comentario, me gustaría explicarte por qué.”

El autoconocimiento también implica establecer límites personales saludables, es decir, saber hasta dónde se está dispuesto a ceder y cuándo es necesario defender un derecho con firmeza, pero sin agresión. En síntesis, el diálogo asertivo comienza dentro de uno mismo, en la capacidad de gestionar emociones y transformar la reactividad en comunicación consciente.

  1. Respeto mutuo: El segundo requisito es el respeto mutuo, entendido como el reconocimiento del valor del otro, incluso cuando existen diferencias de pensamiento o de emoción.

La asertividad no busca “ganar una discusión”, sino construir entendimiento. El respeto se manifiesta en el tono de voz, la elección de palabras y la disposición para escuchar sin interrumpir.

Respetar al otro implica aceptar que su punto de vista es válido desde su experiencia, aunque no coincidamos con él. Esta actitud evita que el diálogo se convierta en una confrontación y lo transforma en una oportunidad de aprendizaje mutuo. En contextos laborales, familiares o educativos, el respeto mutuo es lo que sostiene el equilibrio relacional: permite hablar con firmeza sin herir, y escuchar sin sentirse atacado.

  1. Empatía: La tercera condición esencial del diálogo asertivo es la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus razones, emociones y necesidades.

Ser empático no significa estar de acuerdo con todo, sino escuchar activamente para entender el mensaje más allá de las palabras. La empatía requiere atención plena: mirar a los ojos, evitar interrupciones, validar lo que el otro siente y responder con sensibilidad.

Una comunicación empática convierte el diálogo en un espacio de conexión emocional y confianza, donde ambos interlocutores se sienten escuchados y valorados.

En todo proceso de comunicación intervienen al menos dos actores que asumen roles complementarios: el emisor y el receptor.

Ambas partes comparten la responsabilidad de crear un clima emocional seguro, en el que las ideas y sentimientos puedan expresarse sin miedo a ser ridiculizados, ignorados o atacados.

Cuando el emisor comunica con claridad y el receptor escucha con empatía, el diálogo se convierte en un puente de entendimiento, donde la comunicación fluye sin agresión y las diferencias se abordan desde el respeto.

Estrategias asertivas ante la negativa al diálogo

Así como un nudo no se deshace jalando con fuerza, sino con paciencia y cuidado, las diferencias entre las personas tampoco se resuelven con gritos ni reproches. Cuanto más tiramos del conflicto con ira, más apretamos los lazos de la incomprensión.

La asertividad no siempre garantiza una respuesta positiva o una conversación abierta. En muchos casos, las personas con las que intentamos comunicarnos pueden mostrarse cerradas, evasivas, indiferentes o incluso agresivas. Ante estas situaciones, es fundamental recordar que la asertividad comienza en uno mismo: no podemos controlar la actitud del otro, pero sí la forma en que elegimos responder.

El verdadero ejercicio de la comunicación asertiva se pone a prueba precisamente cuando el diálogo parece imposible. Mantener la serenidad, conservar la dignidad y actuar desde la empatía son señales de madurez emocional.

A continuación, se presentan algunas estrategias que ayudan a mantener el asertividad incluso cuando la otra parte no colabora:

  • Mantener la calma y no responder con agresión. No caer en provocaciones evita que el conflicto escale.
  • Reafirmar el deseo de diálogo, mostrando disposición para conversar cuando ambas partes estén tranquilas.
  • Establecer límites claros, expresando que la comunicación no puede continuar bajo falta de respeto.
  • Elegir el momento adecuado, ya que no todas las conversaciones se pueden tener en medio de la tensión.
  • Retirarse con dignidad si es necesario. Ser asertivo también significa saber cuándo detener una interacción que no lleva a nada constructivo.

Conclusión

La comunicación asertiva es mucho más que una técnica de expresión: es una forma de vivir con conciencia, respeto y empatía. En una época marcada por la prisa, los juicios y la falta de escucha, la asertividad se convierte en un acto de madurez emocional y de humanidad.

Ser asertivo no significa imponer razones ni ceder ante las presiones ajenas, sino encontrar el equilibrio entre lo que decimos y cómo lo decimos; entre el valor de defender nuestras ideas y la humildad de reconocer las del otro. Implica hablar con sinceridad, pero sin herir; escuchar con apertura, pero sin perder identidad.

Cuando elegimos comunicarnos desde la calma y la empatía, transformamos los conflictos en oportunidades de encuentro. La palabra deja de ser un arma y se convierte en un puente: une, sana y construye. Así, la comunicación asertiva no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos ayuda a crecer como personas más conscientes, más libres y más capaces de convivir en armonía.

Porque, en última instancia, expresarse con respeto y escuchar con empatía es el arte más humano de todos: el arte de comprender y ser comprendido.

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