El criminal Leandro Norero, cuyo nombre ha sido mencionado múltiples veces en los últimos días con la revelación del caso Metástasis, fue asesinado durante una masacre en la cárcel de Cotopaxi el 3 de octubre del 2022, en la que fallecieron también otros quince reos.
En ese mismo centro, donde estaba cumpliendo una orden de prisión de preventiva al estar procesado por narcotráfico y lavado, se sentía el «director».
Gozaba de privilegios, como tener guías penitenciarios a su disposición, tener acceso de Internet, comunicación directa con el entonces director del SNAI, Pablo Ramirez, e incluso pedir comida desde su celda.
Su vida en criminal comenzó como miembro de los Netas, y posteriomente se convertiría en financista de Los Lobos, Tiguerones y Chone Killers.
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La cercanía con diferentes bandas es una de las hipótesis que existen sobre la causa de su muerte, que al igual de las más de 450 personas privadas que fueron víctimas de la violencia carcelaria en los últimos tres años, no han sido juzgadas formalmente sus autores intelectuales y materiales.
De acuerdo a diferentes fuentes, fue alias Samir, socio de Norero, y cabecilla de Mafia 18-Tiburones, quien planeó su asesinato, pues se quería quedar con las rutas del narcotráfico del Cartel Nueva Generación. Sin embargo, el también fue victimado, en Guayaquil, el pasado 12 de octubre de 2023.
También se indicó que esta muerte ocurrió tras deja su alianza con Antonio Benjamín Camacho, alias Ben 10, con quien fundó los Chone Killers. Esta ruptura habría sido el desencadenante del enfrentamiento que terminó en matanza en la cárcel.
Asimismo, se apunta a Los Lobos, a quienes se le atribuyen el control de la cárcel de Cotopaxi. Un aparente intento de acercamiento para la pacificación de bandas por parte de Norero con Los Choneros, grupo delincuencial enemigo, habría motivado a que ejecuten su asesinato.
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Trascendió que Norero fue acribillado y degollado. En declaraciones recogidas por Ecuavisa, el entonces ministro de Interior, Juan Zapata, confirmó que su cuerpo fue identificado por «tatuajes y otras características».
Previo a esta situación, en 2020, Norero fingió su muerte por COVID-19 para evadir a las autoridades peruanas, donde emitieron una boleta para su captura. Fuente: Ecuavisa
