Escuché “Aries” de Paola Navarrete y viví algo parecido a lo que un navegante percibe cuando se acerca a una isla desierta: una sensación de descubrir belleza, misterio y algo de magia. La joven guayaquileña que vive en México es sencillamente una artista que escribe y canta como si cada canción fuera un suspiro íntimo, una alegría desbordante o una rabia contenida. En tiempos de música insípida, Paola firma un disco con diez canciones que cuentan mucho de ella, de su niñez, de sus dudas en cuanto a existir como artista. ¿Cuál es su estilo? Algo entre Julieta Venegas, Mon Laferte, Arctic Monkeys, Fiona Apple, Feist y Bjork. Con Paola podemos bailar con los ojos cerrados, flotar en un ambiente zen o saltar como si estuviéramos en un concierto de Nirvana. La única constante es su voz que trabaja como un órgano que no tuviera ni límites ni tabúes. Escucharla es querer conocerla. Con ustedes Paola Navarrete…
Paola, tu estilo contagia siendo difícil de definir. Recuerdas a muchos y no te pareces a nadie, ¿Quién eres en el universo musical?
Mis referencias son “anglo” pero de niña Julieta Venegas fue la primera cantante que contaba historias en español que me conmovían. Me gusta el rock, el pop y el jazz, creo que sin querer mezclo todo para ser yo.
Tu último disco se llama “Aries”, un signo de muchos excesos…
Nací el 21 de marzo, el primer día de Aries, soy como niña cúspide de este signo. Se supone que el signo solar es el más puro por eso los aries son excesivos, tarjantes e impulsivos. Cuando creces te vas más por tu ascendiente, el mío es “cáncer” que es más maternal y calma mi aries, todo eso se refleja en mi música. Fuente: Vistazo
