Con el pasar del tiempo y las nuevas tecnologías de ésta época; las formas de mostrar la cultura y el arte han ido evolucionando. El componer canciones o notas melódicas de estilo antiguo cada vez va disminuyendo. Es así que las antiguas generaciones siguen manteniendo viva esta forma de mostrar la música, con letra y entonación que, según don Luis Aurelio Armijos, viene del corazón, siendo la guitarra su gran instrumento.
Al visitar a don Luis lo vimos en una casita pequeña y solo, nos recibió con mucho gusto, nos enseñaba sus herramientas con las que construye sus guitarras y también nos contaba su historia de vida. Es ahí donde a nosotros nos recordaba una frase que dice; “muchas veces en la casa de los padres caben todos los hijos, pero en la casa de los hijos muchas veces no caben los padres”, hacemos referencia esta frase al verlo y escucharlo como nos contaba su historia.
“Lo mejor que tengo es que estoy estudiando la biblia, la palabra de Dios y eso es lo mejor para mí manifestó. Dios da la vida, la salud, la alimentación, el aire para respirar. Que dicha saber que tenemos en el oriente montañas que se encuentra en nuestro entorno”. Don Luis Aurelio Armijos, oriundo de la ciudad de Loja, migró a la provincia de Zamora por la grave sequía que vivía la provincia de Loja en los años de 1960.
Cuando tenía 22 años, el verano de ese entonces que azotaba a la provincia de Loja hizo que mi padre tome la decisión de viajar a Zamora Chinchipe en busca de una finca y de paso el oro, en un inicio vino solo, luego que encontró la finca regresó por nosotros, el nos dijo que se hizo cuatros días hasta llegar al río Nambija desde Loja.
Luis Aurelio vive solo. Sus padres fallecieron hace mucho tiempo, cuenta que su familia siempre lo visita. Aprovecha el espacio para enviar saludos a sus hijos que viven en Bélgica.
A su avanzada edad y con sus manos temblorosas sigue construyendo guitarras para los aficionados de la música nacional.
Antes de 1960 conocí a un señor que hacía guitarras en Loja, siempre iba donde el a ver como las hacía y poco a poco fui aprendiendo, el señor no me enseñaba partes claves, era egoísta dice, pero lo bueno de todo es que aprendía, hago guitarras y requintos y he vendido bastantes para aficionados, sobre todo. A pesar de sus años pide que se le den un espacio bajo de la gobernación en la ciudad de Zamora, para exhibir sus guitarras y poder venderlas, el dice que antes tenía en ese lugar y espera volver con sus instrumentos que le dan vida a una canción nacional. Pues también se pone a lar órdenes si alguien quiere comprar, él está ubicado en Cumbaratza.
“El tiempo que toma la elaboración de una guitarra es de un mes. Pero en ese tiempo se comienza a armar otras piezas, porque mientras se sigue un proceso de armazón en una, en otra se lija y así. Aunque no es difícil elaborar una guitarra, si requiere de esfuerzo y dedicación”.
Luis Aurelio es de aquellos jóvenes del ayer que pese a sus años sigue dando ejemplo de lucha y de trabajo, pero eso sí siempre agradeciendo a Dios. Dice que la juventud de ahora no es igual a la de antes, ahora no hacen caso a sus padres, hacen lo que ellos quieren y sin pedir permiso a nadie, en cambio en nuestra época todo era controlado, los latigazos eran siempre, antes era a la primera palabra, ahora hay que rogarles bonito y ni así no obedecen.
Don Luis se despide con una frase que dice: “Al final de tu vida solo tres cosas importan: lo mucho que amaste, lo bondadoso que fuiste y la felicidad con lo que dejaste ir lo que no era para ti”.
