La Alma Máter lojana continúa impulsando propuestas en materia de sostenibilidad para transformar a Loja y la región en un área propicia para la conservación de la biodiversidad.

Como parte de los proyectos con los que los estudiantes del quinto ciclo de la Carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Loja (UNL) emprenden en acciones para la conservación de especies de flora y fauna, los jóvenes construyeron hoteles para insectos polinizadores; estos espacios buscan generar condiciones en las que estos organismos puedan sobrevivir frente a la amenaza a su existencia por la pérdida de su hábitat.

Lisbeth Ávila, estudiante, explicó que los hoteles se construyeron con base en materiales reciclados que se encuentran en el campus universitario: carrizo, hojas secas, restos de madera (Romerillo), elementos propensos para el desarrollo de los insectos polinizadores, como: abejas, mariposas y mariquitas. También, la parte superior de los hoteles se diseñó para que quede abierta con el propósito que se convierta en un área de descanso de aves.

Aura Paucar, docente de la Carrera de Ingeniería Ambiental, mencionó que este tipo de iniciativas son proconservación. “En los hoteles hay espacios donde los insectos a futuro los irán colonizando para vivir y continuar ofreciendo sus servicios ecosistémicos. Estamos en la sexta extinción masiva y los insectos son uno de los grupos más afectados; trabajamos por estos organismos con el fin de darles oportunidades para sobrevivir”, señaló.

También, la estudiante, Paula Costa, destacó este proyecto innovador para la Carrera que fomenta la conservación de insectos polinizadores y la educación ambiental. Además, explicó que una vez alojados los insectos se facilitarán las labores de investigación gracias a que tanto docentes como estudiantes podrán realizar la identificación de especies y familias de estos recursos animales que son invaluables para los ecosistemas.

“La expectativa que tenemos es concienciar a los estudiantes para que aprendan de biodiversidad, conservación y educación ambiental, y que nuestros docentes tengan lugares para fomentar el aprendizaje”, indicaron las estudiantes. La UNL quiere aprovechar el potencial en áreas verdes que tiene Loja para convertir a la urbe en un corredor que facilite la conservación de la biodiversidad en una verdadera ciudad verde y sostenible.