Connect with us

Nacionales

Hospital Clínica San Agustín implementa el nuevo servicio de “Asistencia en Lactancia Materna”

Publicado

on

El Hospital Clínica San Agustín, ha implementado el nuevo servicio de asistencia en lactancia materna, a través de la Mgs. Adriana Loayza Valarezo, quien con una sólida formación especializada en Lactancia Materna contribuirá a generar conocimiento, consciencia y práctica adecuada de Lactancia a pacientes intra – hospitalarias o como externos.

Dentro de las principales ventajas que brindara la implementación de este nuevo servicio es que las madres reciban información desde el embarazo y un continuo apoyo después del nacimiento lo que aumentara su nivel de confianza y asegurara que los beneficios de la lactancia puedan sostenerse en el tiempo, lo que representa un aporte muy importante para el desarrollo del bebe, desde la primera hora de vida.  

La “hora de Oro”, un factor determinante el éxito de la lactancia y el  desarrollo del bebe.

A través de este servicio que se implementa por primera vez en nuestra ciudad, las familias lojanas y de la región podrán iniciar la nutrición de su recién nacido de la mejor manera posible, logrando que su lactancia sea cómoda, abundante y feliz.

La Mgs. Adriana Loayza nos manifiesta: “Durante el primer día posparto es esencial enseñar a la madre a amamantar a demanda, sin limitar el tiempo en el seno, siguiendo las señales de hambre de su recién nacido. También es necesario que la madre aprenda la técnica de lactancia, cómo colocar a su recién nacido al pecho y asegurarse que las tomas sean efectivas e indoloras.”

Amamantar dentro de la primera hora de vida, “La Hora de Oro”, ha demostrado ser un factor determinante para establecer una lactancia exitosa. Es hipercalórico, tiene elevadas cantidades de Inmunoglobulina A, es laxante y de alto valor nutricional. Cuando la madre no conoce la importancia del Calostro, la sensación de que está produciendo poca leche en los primeros días posparto puede llevarle a suspender la lactancia.

Deportes

¿Y si Ecuador pierde con Argentina, qué pasará con Beccacece y la Tricolor?

Publicado

on

El desconcierto es palpable. El entrenador de la Selección de Ecuador, Sebastián Beccacece, no puede creer el mal ambiente que existe pese a la clasificación al Mundial. No le cabe en la cabeza que los hitos concretos que ha logrado en el camino hacia el Mundial del 2026 sean menos importantes que asuntos subjetivos y absolutamente intrascendentes, como el nombre del cuarto arquero. ¡El cuarto, por San Carlo Acutis que ya está en los altares!

Incluso, ha tenido que responder en la rueda de prensa del domingo a una pregunta sobre el comentario de un exseleccionado de segundo orden como Jefferson Montero, quien, porque se le ocurre y sin tener la menor autoridad, pidió a José Mourinho para la Tricolor en el Mundial.

Lo peor: los medios, que tienen la responsabilidad de curar las noticias y separar la paja del trigo, le han dado espacio a este vergonzoso despropósito, que debió morir en un tuit y ya. Todo por los likes, los clics y, en algunos casos, por seguir el juego a los desestabilizadores que andan calentando motores para llegar a la Ecuafútbol.

Ante ese panorama, me pregunto qué puede pasar si Argentina derrota a Ecuador el martes en Guayaquil. Como el campeón mundial llegará sin Messi y otras figuras, una caída en el Monumental de Barcelona será demoledor para la imagen del entrenador Beccacece. Le sacarán en cara los cinco partidos consecutivos sin ganar y las críticas serán despiadadas.

¿Por qué Ecuador juega tan feo? ¿O acaso Beccacece es un artista incomprendido, el Bad Bunny del fútbol?
Y, otra vez, circularán los clichés, «a Beccacece no le importa lo que piense la gente», «estamos en el Mundial por la defensa que juega sola», «hasta yo con semejantes cracks paro mejor un equipo» y rasgaduras de vestudiras de ese calibre, pese a que, en términos estrictamente prácticos, se trata de un amistoso de preparación, porque el boleto al Mundial ya está conseguido.

Lo peor, sin embargo, sería que el público que asista al partido se la tomara contra el cuerpo técnico y los jugadores. Ojalá que no aparezca un mamacallos que lleve letreros (Rescalvo se los merece, BKCC no). Ojalá que, si existe una derrota, de todos modos se aliente a los futbolistas y se guarde el decoro.

Y ojalá que, luego del partido, se imponga la sensatez. Que se hagan los balances que deban hacerse y que Ecuador entre de lleno en la fiesta mundialista, que es lo importante. Hay tours que contratar. Hay visas que sacar (y agentes de la Migra que esquivar). Aunque ya veo a algunos incorregibles haciendo encuestas en sus coloridos podcast: ¿A quién prefieres en la Tri, a Mourinho o a Almada? San Carlo Acutis, llévatelos contigo ipso facto. Fuente: Primicias

Continuar Leyendo

Nacionales

El Presupuesto 2025 de Ecuador muestra un Estado con el 80% del gasto atado y sin margen de acción

Publicado

on

La Proforma del Presupuesto General del Estado (PGE) para 2025 revela una verdad incómoda en Ecuador: el Estado tiene cada vez menos margen para decidir en qué gasta su dinero. Más del 80% del gasto ya está comprometido. Son recursos que, por mandato legal, constitucional o por el peso de la deuda, no se pueden reducir, mover ni redirigir.

En la práctica, esto significa que de cada 10 dólares que el gobierno planea gastar en 2025, solo dos se pueden considerar realmente “disponibles” para nuevas prioridades, ajustes o inversiones. El resto está atado a salarios, transferencias, intereses o leyes que determinan su destino.

Este fenómeno conocido como rigidez del gasto no es nuevo, pero se ha vuelto más agudo. Y mientras el país sigue enfrentando altos niveles de endeudamiento y demandas sociales insatisfechas, el margen de maniobra se reduce aún más.

¿Qué es la rigidez del gasto y por qué importa?
Uno de los principales problemas que enfrentan las finanzas públicas de Ecuador es la rigidez del gasto fiscal, entendida como la dificultad para reducir o reasignar ciertos componentes del presupuesto. Esta rigidez no es reciente, pero se ha acentuado en los últimos años como resultado de decisiones políticas, compromisos legales y dinámicas macroeconómicas que limitan la capacidad de maniobra del Estado.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), para 2025 se estima que el 77% del gasto del Presupuesto General del Estado (PGE) será de carácter permanente, lo que representa alrededor de USD 20.858 millones.

Una parte sustancial del gasto permanente, equivalente al 34,9% del gasto total corresponde al pago de sueldos y salarios, un rubro con alta rigidez a la baja. Esta obligación financia la remuneración de más de 490.000 servidores públicos, concentrados en sectores como educación, salud, seguridad, justicia y defensa.

Otro componente relevante es el servicio de la deuda, que incluye el pago de intereses y amortizaciones. Los intereses, por sí solos, representan el 13,9% del gasto total previsto para 2025, equivalentes a más de USD 3.753 millones. Esta carga ha crecido desde 2014 debido al encarecimiento del financiamiento —en parte por el aumento de tasas internacionales— y al uso intensivo del endeudamiento como fuente de cobertura fiscal.

A ello se suman las transferencias obligatorias, que han ganado peso en la última década. Entre 2014 y 2018, representaban en promedio el 8,9% del gasto total; sin embargo, para el período 2019–2024, este promedio subió al 20,2%, y se estima que en 2025 alcance el 20,9%, es decir, más de USD 5.987 millones.

Estas transferencias incluyen aportes a la seguridad social, bonos sociales, subsidios, transferencias a gobiernos locales y otros compromisos que no pueden reducirse sin una reforma legal o constitucional. En paralelo, el rubro de bienes y servicios —necesario para el funcionamiento básico del Estado— promedió el 8,3% del gasto total en la última década.

Si se suman los componentes rígidos del gasto permanente y no permanente, se concluye que aproximadamente el 83,4% del gasto total del PGE en 2025 está atado a compromisos que no pueden ser fácilmente modificados. Este porcentaje equivale al 133% de los ingresos totales previstos, lo que implica que incluso si se ejecutara el presupuesto tal como está planificado, el Estado no tendría ingresos suficientes para cubrir sus obligaciones fijas.

El resultado global estimado para 2025 es un déficit de USD 5.443 millones, equivalente al -4,4% del PIB, lo que implica que el Estado no solo no logra cubrir sus gastos corrientes y de capital con los ingresos previstos, sino que debe además financiar amortizaciones por montos significativos.

Ante este panorama, el Gobierno se ve forzado a acudir a fuentes de endeudamiento interno y externo, no solo para cubrir el déficit operativo, sino también para pagar obligaciones contractuales previas. Esto refuerza la rigidez del presupuesto a futuro y amplifica la dependencia estructural del financiamiento.

El presupuesto público opera cada vez más en piloto automático. La combinación de leyes rígidas, decisiones políticas difíciles de revertir y una estructura de deuda exigente deja al Gobierno con muy poco margen de acción. Cualquier intento de planificación fiscal o reasignación estratégica parte de una base extremadamente limitada, lo que debilita la capacidad del Estado para adaptarse a nuevas prioridades económicas y sociales.

No solo es el gasto, los ingresos también están inflados
Una de las debilidades de la Proforma 2025 es la posible sobreestimación de los ingresos fiscales. Aunque el Gobierno proyecta una recaudación total de USD 27.440 millones, este monto representa un incremento de más de USD 5.000 millones frente a lo presupuestado en 2024.

Buena parte de este salto en los ingresos no proviene de mejoras estructurales en la recaudación, sino de supuestos extraordinarios. La Proforma incluye, por ejemplo, USD 3.986 millones por anticipos relacionados con licitaciones y adjudicaciones de bloques petroleros, además de USD 750 millones por la concesión del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y USD 460 millones por la concesión del espectro radioeléctrico.

Estos ingresos extraordinarios requieren marcos jurídicos claros, licitaciones públicas, acuerdos contractuales y plazos de ejecución que, en el mejor de los casos, tomarían varios meses.

Dado que ya estamos en septiembre, resulta altamente improbable que todas estas operaciones se concreten —y generen flujos efectivos— antes del cierre del año fiscal. La falta de cronogramas oficiales, documentos contractuales y mecanismos establecidos para la recepción de anticipos refuerzan esa conclusión. Sin esos recursos, el presupuesto pierde sustento real y el déficit podría ser mucho mayor al proyectado oficialmente.

Si bien el incremento del IVA al 15% ha mejorado la recaudación tributaria en los primeros meses del año, los ingresos por impuestos previstos para 2025 apenas crecen respecto a 2024 (de USD 16.501 millones a USD 16.538 millones), lo cual confirma que el espacio de crecimiento por esta vía es limitado.

La confianza de ingresos extraordinarios de difícil concreción genera un efecto contable que sobredimensiona el espacio fiscal y subestima el déficit real. De no concretarse los montos proyectados, el Estado se verá forzado a recortar aún más la inversión pública, acumular atrasos o contratar nueva deuda.

¿Cómo vamos hasta agosto y cómo cerrará el año fiscal?
La trayectoria fiscal del Ecuador en la última década revela un patrón de desequilibrio fiscal. Entre 2015 y 2025, el PGE ha cerrado sus cuentas con déficit en diez de los once años, reflejando una brecha entre ingresos y gastos. Solo en 2022 se registró un superávit fiscal (USD 882 millones). En el resto de los años, el resultado ha sido negativo, con déficits que han llegado hasta USD 4.967 millones en 2020, durante la crisis sanitaria.

Hasta agosto de este año, los ingresos acumulados ascienden a USD 15.852 millones, apenas, mientras que los gastos suman USD 17.290 millones, generando un déficit de USD 1.439 millones. Además, el ritmo de ejecución real del presupuesto está por debajo de lo esperado.

A nivel agregado, solo el 60,5% del presupuesto ha sido devengado y el 55,8% ha sido pagado efectivamente. Este rezago es particularmente marcado en los rubros de inversión, que suelen ser las primeras partidas sacrificadas cuando el financiamiento escasea.

Por ejemplo, la obra pública presenta una ejecución de apenas 16,6%, mientras que la inversión en bienes de larga duración no supera el 6,9%. Las transferencias de capital —que incluyen recursos a gobiernos locales y sectores estratégicos— se sitúan en 43,8%, lejos de niveles que permitan dinamizar la economía o sostener programas de desarrollo.

Además, los atrasos presupuestarios acumulados ya superan los USD 1.335 millones, afectando directamente a proveedores, contratistas y gobiernos autónomos descentralizados. Este desfase no solo afecta a la prestación de servicios públicos, sino que transmite tensiones al resto del sistema económico.

Con casi tres cuartas partes del año fiscal ya transcurridas, resulta poco probable que se materialicen los ingresos extraordinarios contemplados en la Proforma —como concesiones o ventas de activos— en los montos y tiempos estimados. Las cifras disponibles contradicen la idea de una recuperación fiscal sostenida: el déficit persiste, la inversión se estanca y los pagos se atrasan.

Todo indica que el año cerrará con un nuevo resultado negativo. No se trata solo de un problema de liquidez: el desequilibrio es estructural. El presupuesto opera con márgenes mínimos de maniobra, el gasto está atado por normativas inflexibles, y la política fiscal sigue anclada en supuestos optimistas que rara vez se cumplen. La sostenibilidad, más que una meta alcanzable, sigue siendo una promesa aplazada. Fuente: Primicias

Continuar Leyendo

Nacionales

Enner Valencia, el goleador histórico de la Tri, jugará su último partido de eliminatorias

Publicado

on

El delantero Enner Valencia dijo que ante Argentina, el martes, disputará su último partido de eliminatorias sudamericanas, en el cierre del clasificatorio para el Mundial de 2026.

Superman‘ Valencia, que cumplirá 35 años en noviembre, anticipó que su participación en el futuro en la Tricolor podría definirse «partido a partido».

«Solo Dios sabrá cuándo tendré que que dejar a la selección. Esperemos que que sea después del Mundial y que sea con un gran Mundial», declaró a la prensa tras un entrenamiento en Guayaquil, donde Ecuador enfrentará a la campeona del mundo sin Lionel Messi.

Valencia es el máximo goleador de Ecuador con 46 tantos y está a punto de jugar su partido 100 con la camiseta nacional.

«En otras selecciones también se están retirando figuras que han dado mucho por su país. En nuestro caso también nos hemos dedicado más de una década defendiendo los colores de nuestro país con mucha responsabilidad y esperemos que que este partido contra Argentina sea una una linda despedida y que sea con una victoria», afirmó el Valencia.

El jueves último Messi jugó en Argentina su último partido por eliminatorias sudamericanas y anotó dos de los tres goles con los que la Albiceleste goleó 3-0 a Venezuela. El capitán argentino, campeón del mundo en Catar 2022, no estará el martes en Guayaquil.

Valencia, capitán de la Tricolor, aseguró que el choque ante Argentina será «una linda prueba para tratar de de anotar goles que que por ahí los nos puedan dejar un poco más tranquilos».

La ofensiva es una de las debilidades de Ecuador, que igualó 0-0 con Paraguay y acumuló cuatro empates consecutivos sin anotar.

La selección ecuatoriana, clasificada al Mundial desde la doble fecha pasada, en junio, marcha cuarta en el premundial con 26 puntos, mientras que Argentina tiene 38 y ya se aseguró el primer lugar. Fuente: Vistazo

Continuar Leyendo

Trending

Derechos reservados El Amazonico