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Jorge Célico: de la ausencia del fracaso en el fútbol a la «necesidad afectiva» de ganar un título con U. Católica

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Jorge Célico regresó a Universidad Católica con un único objetivo: ser campeón. El equipo ‘cammarata’ se clasificó a semifinales de Copa Ecuador y se mantiene en la parte alta de la tabla de posiciones de la LigaPro.

Por eso, el DT de 59 años tiene una sensación de que este podría ser el año de la consagración y dice que, en honor a exdirigentes a los cuales considera amigos, quiere alcanzar esa meta.

«Me emociona llegar a lograr eso con el club. No tienes idea cómo lo deseo. Pero trato de no pensarlo, porque me emociona muchísimo. Lo hablo con mi familia. Cada día que me levanto pienso en lo mismo. Cuando tomé la decisión de regresar fue con ese fin. Nada más».

En una entrevista con PRIMICIAS, Jorge Célico habla de qué le falta al equipo para dar ese golpe de autoridad, su adaptación al trabajo con tecnología y datos, la importancia del manejo del vestuario y la principal lección que le ha dejado el fútbol.

¿Cuál es el balance, por ahora, de la temporada del equipo?
Peleó en Copa Sudamericana. Fue, creo yo, de los equipos ecuatorianos que mejor la hizo. Sacó muy buenos resultados de local y visitante. Pero no nos alcanzó. Cruzeiro nos dejó en el camino, un equipo que ahora está peleando ser campeón de la Copa.

La LigaPro también la peleamos. Estamos arriba de la tabla, tanto la de la Etapa 2 como la general, somos semifinalistas de la Copa Ecuador. El balance no es tan malo. ¿Podría ser mejor?, seguramente. ¿Quisiéramos que sea mejor?, seguramente. Pero es una temporada en donde hemos competido en todos los torneos hasta el momento.

¿Se le apunta más a ganar la Copa Ecuador?
Apuntarle a un solo torneo sería un error. Las dos competencias tienen su grado de dificultad, por un lado, y la «facilidad», por el otro. Hoy estás muy cerca en la Copa, pero con rivales sumamente complicados. La LigaPro está más lejos en cantidad de partidos, pero con un fixture bastante bueno para la Católica.

¿Qué le falta a la Católica para terminar de dar el golpe sobre la mesa y ganar un título?
Es la pregunta que nos hacemos siempre. Como les decía a los jugadores, hay unos fantasmas que nos sobrevuelan y por lo que nos quedamos siempre al último. Creo que este puede ser el año. Ojalá que sea así. Diría que Católica, desde que ascendió a la Serie A, fue protagonista. Subimos en 2012 y en 2013 peleamos la punta del campeonato con un equipo muy joven.

Creció el club. Forma parte de un proceso. Estuvo siempre dando pelea. Compitió y eso es lo importante. Y lo que sí quiero expresar es que no es fácil ser campeón. Si ves todas las ligas del mundo, te vas a dar cuenta de que siempre hay dos o tres equipos que ganan los torneos y muchos otros que pelean, pero que no llegan. Y que por ahí pasan muchísimos años y salen campeones de algo.

Por ejemplo, acá en Ecuador, el caso de Deportivo Cuenca en su momento, o el caso de Olmedo o del mismo Delfín. Pero hablamos después de infinidad de torneos.

Así que esperamos que este sea el año. Estamos cerca en las dos competencias. Que Dios nos ilumine y puedan salir bien las cosas.

¿Cómo convive el entrenador, y en este caso usted, con la presión de ganar?
En Católica es distinto, porque es un equipo que me emparenta algo afectivo. Estuve mucho tiempo a cargo de la institución. Logramos el ansiado ascenso y no descendimos más. Hasta ese año nos decían equipo ascensor: subíamos y bajábamos. Pero después nos mantuvimos.

Entonces en mi caso no se trata de presión, sino el deseo. No es que me sienta culpable si el equipo no gana un torneo. Pero sí me siento con la necesidad afectiva, por llamarlo de alguna manera, de conseguir algo con este club que me ha dado muchas cosas. Lo quiero mucho. Conozco mucho su gente. Hay exdirigentes que ya no están con nosotros y fueron muy amigos, como Enrique Portilla o Pepe Suárez. En honor a todos ellos y a los hinchas sería buenísimo ganar algo.¿El hecho de no tener una hinchada tan grande y exigente facilita el trabajo?
No te creas. No es tan así. Yo he dirigido algunos equipos con mucha hinchada, y te puedo asegurar que algunos ganan por inercia. Porque te empuja la gente, porque te da ese aire extra faltando dos o tres minutos. Acá eso no lo tenemos. Acá tenemos que automotivarnos. Obviamente, tenemos 400 o 500 personas que nos acompañan a todos lados y merecen el mayor de los respetos. A veces jugamos en el Atahualpa y parecemos visitantes, según el rival.

Pero no me parece que vuelque la situación hacia un lado u otro. Hubo partidos en los que quizás, si hubiésemos tenido apoyo, podíamos conseguir un mejor resultado o dado vuelta un marcador. Y también hay partidos que no son así, no tiene mucho que ver la cantidad de gente que vaya.

¿Cómo se ha adaptado al uso e implementación de la tecnología y los datos?
Lo que hice fue rodearme de gente que tenga la capacidad de enseñar y a la vez manejarlo de buena manera, pero el fútbol en su esencia no cambia. Lo que antes llamábamos un ‘loquito’ ahora se lo dice ‘rondo’, por mencionar un ejemplo.

Siempre cuento que ejercitaciones como centro y definición, antes lo hacíamos sin que el profe nos pidiera, porque nos divertíamos de esa manera. Lo cierto es que el fútbol en su esencia no cambia: tienes que hacer un gol más que el rival y lo puedes buscar desde un montón de lugares.

Sí hay algo que para mí no es tan bueno, y es que hay muchos entrenadores que imitan y copian mucha basura que hay en internet, que sirve muy poco. Ese tipo de entrenadores tienen un vuelo corto. Yo soy de la época de aquel entrenador que genera sus propias ejercitaciones en función de lo que necesita.

Después de los entrenamientos llego a casa y en las tardes voy a mi oficina solamente para el tema fútbol y en función de lo que vi en la mañana y en función de lo que voy a enfrentar y dependiendo lo que me dejó el último partido genero trabajos propios.

Toda la información que los video analistas me dan la consumo, pero le doy la mayor importancia a lo que yo pienso y veo.

¿Qué piensa de la frase: «Se juega como se puede y no como se quiere»?
En parte es real. Pero nosotros tenemos la obligación de mejorarlo. Porque el fútbol también tiene eso de lindo, el más poderoso pierde contra el más débil, desde todo punto de vista, por el plantel o por el presupuesto. Si no sería difícil competir.

Pero es cierto. Llegas a determinados lugares, en donde te tienes que arreglar con pocos elementos de trabajo. O llegas a ciertos lugares donde hay un montón de cosas que son excesivas y termina siendo perjudiciales por ese aspecto, porque no hay la humildad o la ambición para llegar a grandes cosas. Debe haber un equilibrio en eso.

¿Qué tan importante es para el entrenador ganarse el vestuario?
El manejo y la gestión del grupo es lo más importante. Por eso es que también muchos entrenadores fracasan. Hoy tienes muchas influencias externas que antes no tenías: redes sociales, empresarios, que hay por todo lado, o dirigentes que buscan esa plataforma para otras cosas y no para el club. O sea, que no quieren al club, sino que quieren estar ahí por otros intereses.

Gestionar todo eso es difícil. Hay que tener claridad y la claridad también te la da el tiempo. Hace poco un entrenador que salió del fútbol ecuatoriano le preguntaron: ‘¿Qué fue lo más difícil que encontró en el país?’. Y dijo gestionar el grupo y la idiosincrasia del jugador ecuatoriano.

También hay cuestiones regionales. En cada región hay una forma distinta de ser. No es lo mismo tener a un jugador argentino o un ecuatoriano. Y no tiene que ver si el uno es mejor que el otro. Son culturas distintas.

Además, hoy tienes un montón de egos. Tienes un vestuario con 29 egos. El que piensa en lo colectivo es el entrenador, no el jugador. Uno tiene que sacar, poner, castigar, premiar, hablar. Es lo más complicado. Muchos entrenadores no tienen la capacidad de hacerlo.

Eso te lo da la experiencia. Yo no he hecho nada particular sobre ese tema. Primero, considero que hay que ser frontal. Siempre la verdad, en cualquier orden de la vida, va a ser mejor que esquivar algo. Preferiblemente, ponerse colorado una sola vez y no estar escondiendo nada.

Al jugador hay que hablarle con la verdad, porque vive rodeado de gente que le susurra los oídos. Ese canto de sirena del empresario, de la familia, de los amigos, de los dirigentes y hasta del periodismo. Entonces, uno tiene que ser la piedra de choque. Decirle las cosas como son, bajarlos a su lugar y saber siempre, en la relación jugador – entrenador, quién manda.

¿Cómo es su día a día como entrenador, fuera del complejo?
Analizo mucho los entrenamientos, los rivales y también voy seleccionando a muchos futbolistas de la LigaPro, porque el año que viene puede que esté acá y tengo que saber a quién se puede fichar. A mi video analista le pido que me haga compactos de algunos de ellos y hago una base de jugadores que podrían llegar.

¿Cuesta mucho despegarse del fútbol?
Sí, porque es toda una vida dedicada a esto. Forma parte de mi vida. Llegar a casa y que mi familia me encuentre viendo fútbol o en mi oficina trabajando es algo muy común. En la cena hablo de cualquier otra cosa, menos de fútbol.

Pero me pongo a trabajar y mi esposa me dice que quiere ver una película. Yo no veo películas. Veo fútbol, no veo otra cosa. Es muy difícil despegarse. Y tampoco me interesa, porque me gusta lo que hago. Pero sí le doy el lugar a la familia. Por ahí los viernes aprovecho y salgo a comer con mi esposa y mi hijo.

¿Cuál es la fórmula del éxito de Jorge Célico? ¿Existe?
No. Últimamente, me fue bien, pero no hay una fórmula. Siempre he hecho lo mismo y me va bien o mal. El fútbol es así. Pero no hay una fórmula y tampoco creo mucho en eso. Creo que hay que trabajar coherentemente, dedicarle tiempo, nosotros como entrenadores no ser mediáticos.

Yo evito las entrevistas porque no me gusta estar muy expuesto. Me parece que lo más importante es lo que se puede brindar a partir de lo que vean del equipo. Pero me ha ido bien. Ojalá lo pueda cerrar con Católica campeón.

¿Cuál es la mayor lección que le ha dejado su carrera como DT?
Que la boca se paga. Hay que ser muy humilde. Alguna vez que he abierto la boca más de lo debido, el fútbol te lo cobra. Hay que ser humildes para trabajar en esto, hay que entender que hay un montón de cosas que uno no conoce y debe aprender. Hay que saber escuchar y aprender a asimilar que la gente puede criticar y que en alguna cosa puede tener razón.

Hoy se usa mucho la palabra fracaso en el fútbol. ¿Cómo lo toma usted?
Yo creo que en el fútbol no hay fracaso, porque es un juego que depende de un montón de cosas. Creo que es una palabra más utilizada por el periodismo, por la gente, por el hincha, pero yo no tomo una derrota como un fracaso. Para mí fracasar es no intentar ganar o jugar bien.

Y no lo digo como una frase hecha, sinceramente creo que es así. Ganar o perder depende de muchas cosas. Hay momentos de contagio de energía positiva en la cancha, así como un contagio de energía negativa. Por eso, cuando se pierde un partido o no se logra un título, y hablan de fracaso, para mí en el juego no hay.

¿Sueña con el día en que Universidad Católica gane un título? ¿Se lo imagina?
Me emociona llegar a lograr eso con el club. No tienes una idea cómo lo deseo. Pero trato de no pensarlo porque me emociona muchísimo. Lo hablo con mi familia. Cada día que me levanto pienso en lo mismo. Cuando tomé la decisión de regresar fue con ese fin. Nada más.

Es el club que quiero y del cual soy hincha. Por ahí mucha gente no entiende que uno no es profesional por la plata. Tuve otras ofertas de clubes grandes. Me fue bien en Perú, con lo cual los equipos grandes se fijaron en mí. Pero decidí venir por ese sueño que tengo de ser campeón. Fuente: Primicias

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Neisi Dajomes está suspendida por la Agencia Internacional de Control Antidopaje; ella hizo su descarga

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La pesista ecuatoriano Neisi Dajomes está suspendida, provisionalmente, por la Agencia de Control Antidopaje porque encontraron una sustancia prohibida durante una revisión.

Al respecto, la deportista salió sus redes sociales para explicar lo sucedido, este jueves 12 de junio de 2025.

«Tras mi participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, una lesión en el hombro me obligó a entrar en un proceso de recuperación desde agosto de ese mismo año. Esta pausa, aunque compleja, me permitió también reconectar con un aspecto vital de mi proyecto de vida: la maternidad. A partir de enero de 2025, inicié un tratamiento médico especializado en fertilidad, acompañado por profesionales de la salud, cumpliendo con todos los requisitos clínicos y legales que este tipo de procedimiento exige», inicia en el comunicado.

Dajomes explica que en el marco de ese proceso médico, el 7 de abril de 2025, durante un control antidopaje fuera de competencia, «se detectó en mi muestra una sustancia derivada de dicho tratamiento».

Ella asegura que esta sustancia cuenta con el respaldo y prescripción médica. «No obstante, reconozco que por un lapsus calami no se incluyó en el formulario correspondiente, lo que constituye una falta administrativa involuntaria y no un intento de transgredir las normas antidopaje».

Al momento se encuentra tramitando, ante la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), la Autorización de Uso Terapéutico (AUT) de carácter retroactivo, conforme al marco regulatorio de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Esta figura legal contempla la posibilidad de justificar el uso de una sustancia prohibida siempre que exista evidencia médica, ausencia de intención de mejorar el rendimiento deportivo y total transparencia del atleta.

Ella agregó que ya presentó la documentación pertinente y espera que todo se aclare.

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Willian Pacho, el primer ecuatoriano en ganar la Champions League

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Willian Pacho, el defensa de la Selección Nacional, fue titular en la final que su equipo PSG de Francia ganó 5 a 0 al Inter de Italia.

El equipo francés dominó el partido de principio a fin. Los italianos nunca pudieron controlar el ritmo de juego ni generar problemas en la zona defensiva del PSG.

De hecho, a los 30 minutos del primer tiempo, PSG había rematado seis veces contra el arco del Inter mientras los italianos no lo habían hecho.

El primer tiempo se cerró con el marcador de 2 a 0 a favor de los franceses. El marroquí Achraf Hakimi, a los 12 minutos, y el francés Desire Doue, a los 20, frenaron cualquier intención italiana de manejar el partido.

Luego el partido se jugó sin sobresaltos para ambos equipos. PSG manejó el balón y las pocas veces que los italianos lo tuvieron, no supieron resolver con eficacia.

A los 63 llegó el tercer tanto del cuadro francés. Nuevamente Doue, una de las revelaciones del PSG este año, cortó las ganas que mostraba el Inter de Milán para acortar distancias.

Diez minutos después, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, último fichaje del cuadro francés, quién llegó del Napoli de Italia por más de 70 millones de dólares, anotó el cuarto tanto. Y a poco del final, el francés Senny Mayulu puso la quinta y última del encuentro. Nunca antes en una final existió una diferencia de cinco goles.

$!Desire Doue uno de los goleadores del partido.

EL PRIMERO

Willian Pacho, de 23 años, nació en Quinindé, un cantón de la provincia de Esmeraldas. Sus primeras patadas a la pelota las dio en el humilde barrio Luis de América.

Su primera camiseta fue la de Huracán, un club aficionado de esa ciudad. A los 15 años dejó su ciudad natal y se instaló en Sangolquí, en el Centro de Alto Rendimiento del club Independiente del Valle.

En ese club quedó campeón y subcampeón de América Sub-20, Campeón de la Copa Sudamericana, Subcampeón de la Recopa Sudamericana y campeón del torneo ecuatoriano.

En 2022 fue traspasado por alrededor de tres millones de dólares al Royal Antwerp de Belgica. Allí ganó la liga y la copa de ese país en la temporada 2022/2023. De inmediato fue traspasado por 11 millones de dólares al Eintracht Frankfurt de Alemania.

Solo 44 partidos en el conjunto alemán le bastaron para que Pacho sea comprado por PSG de Francia. El cuadro francés, propiedad del Fondo Soberano de Inversión de Catar, pagó 44 millones de dólares y convirtió a Pacho en el segundo traspaso más alto de un jugador ecuatoriano.

En el PSG ha sido titular inamovible en el sistema defensivo del entrenador español Luis Enrique. El central ecuatoriano ha jugado, incluida la final con el Inter, 51 partidos en el año, la mayoría haciendo dupla con el brasileño Marquinhos.

Además de Pacho, los otros ecuatorianos campeones de torneos europeos son Antonio Valencia, quien ganó la Europa League en la temporada 2016/2017 con el Manchester United. De hecho Valencia alzó el título como capitán del cuadro inglés.

En la temporada 2020/2021 fue Pervis Estupiñán quien ganó también la Europa League, aunque su participación no fue protagónica. Mientras hace pocos días Moisés Caicedo ganó la Conferencia League con el Chelsea inglés.

Otras dos finales jugadas por ecuatorianos fueron la del 2016/2017 cuando el mismo Antonio Valencia jugó la final de la Champions League con el Manchester United, en ese momento con el FC Barcelona liderado por Lionel Messi. En esa ocasión el cuadro inglés perdió 3 a 1.

El año pasado, por otro lado, Piero Hincapié llegó a la final de la Europa League con su club Bayer Leverkusen, pero perdieron el encuentro ante el cuadro italiano Atalanta.

Tanto Pacho como Caicedo, los dos ecuatorianos ganadores en Europa este año, son piezas claves de la ‘Tricolor’. Este jueves próximo ambos serán parte del equipo que enfrentará a la Selección de Brasil en el estadio Monumental, de Guayaquil. Fuente: Vistazo

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¿Quién es Willian Pacho, el primer ecuatoriano que podría ganar la Champions League?

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El joven futbolista de 23 años, Willian Pacho, se alista para jugar la final de la UEFA Champions League con el Paris Saint-Germain ante Inter de Milan, convirtiéndose en el segundo ecuatoriano que disputará dicho partido. El duelo se jugará este sábado, 31 de mayo, a las 14:00 en el estadio Allianz Arena, Múnich – Alemania.

El 28 de mayo de 2011, Antonio Valencia -en ese entonces jugador del Manchester United- fue el primer jugador tricolor en disputar una final de la UEFA Champions League pero la perdió 3-1 en el mítico estadio de Wembley ante el FC Barcelona de Guardiola, Messi, Xavi e Iniesta.

Willian Joel Pacho Tenorio nació en Quinindé, provincia de Esmeraldas, un 16 de octubre de 2001. A los 16 años ya formó parte de las divisiones formativas de Independiente del Valle, y un año después, ya jugó una final de la Copa Libertadores Sub-20.

No tardó en debutar en Primera categoría, en 2019, año en el que los Rayados de Sangolquí ganaron la Copa Sudamericana. Para Willian la alegría duró poco ya que su madre Gladys falleció horas antes de su debut, a causa de un cáncer. Sus hermanas Sonia y Gissella le ocultaron la noticia para que pudiera concentrarse en el partido. Pacho lleva el dorsal 51 en honor a la edad de su madre.

En 2020, las cosas salieron a pedir de boca para Pacho. Mientras ganaba minutos, primero en Independiente Juniors y luego en el equipo principal, fue convocado para jugar por IDV en la Copa Libertadores Sub-20. Era tiempo de revancha y, con un equipazo, los ecuatorianos se llevaron el título de Campeones, siendo el único equipo de Ecuador en lograrlo.

“La Torre” esperó hasta enero de 2022 para salir de Independiente del Valle. Fue titular en el equipo que se coronó Campeón de Ecuador, y sus condiciones fueron apreciadas por el Royal Antwerp de Amberes, Bélgica, quienes se lo llevaron por cinco temporadas. Inmediatamente, llegaron los reconocimientos para el esmeraldeño, quien se ganó la titularidad y fue bastión para que su equipo gane la Primera división de Bélgica y la Copa del país, ambas en 2023. El mercado de verano trajo buenas noticias para el tricolor, quien fue contratado por el Eintracht Fráncfort de Alemania, a la vez que fue convocado a la Selección ecuatoriana de fútbol, en donde también se ganó a pulso la titularidad.

En Alemania brilló. Apenas una temporada bastó para ratificar sus condiciones. Es uno de los mejores zagueros centrales sub-23 del mundo, y eso lo entendió el París Saint-Germain de Francia, quienes fueron a la carga por Pacho y se lo llevaron a cambio de 44 millones de euros, la segunda negociación más alta en la historia del fútbol ecuatoriano, sólo detrás de la de Moisés Caicedo con el Chelsea de Inglaterra. Desde que llegó al PSG fue considerado pieza importante en el esquema del español Luis Enrique. Es titular en la Ligue 1 de Francia y en la UEFA Champions League. Fuente: Vistazo

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