Por: Alcibar Lupercio

En el centenario cantón Chinchipe, provincia de Zamora Chinchipe, una joven de tan solo 16 años ha llenado el corazón de su gente con una sonrisa brillante, enalteciendo a la mujer trabajadora, valiente e inteligente de Zamora Chinchipe. Ella, con su profundo compromiso social y una visión enfocada en el bienestar y el desarrollo de su provincia, Yuleidy Angeleth Veintimilla Abad se alza como la nueva reina de esta capital minera del Ecuador. Desde su hogar en Zumba, se proyecta no solo como un símbolo de belleza, sino como una fuerza activa para el cambio, inspirando a la juventud y en especial a las mujeres de esta tierra.

La flamante reina provincial es estudiante del tercer año de Bachillerato en Ciencias Básicas en el Colegio Manuela Sáenz, Yuleidy anhela continuar sus estudios en medicina, una carrera que para ella significa no solo un sueño, sino un compromiso hacia la salud y el bienestar de su comunidad. Con una mezcla de juventud y una notable madurez, Yuleidy se ha propuesto utilizar su plataforma como reina para influir positivamente en los jóvenes de la provincia.

«Lo que me motivó a participar como candidata a reina de la provincia fue el deseo de inspirar a la juventud y, sobre todo, a las mujeres,» relata Yuleidy, rememorando su reinado como Reina Binacional de la Feria de Zumba y ahora reina provincial, el cual describe como una oportunidad invaluable para crecer en humanidad. «Durante mi reinado Binacional, pude conocer las necesidades de las personas de mi querido cantón, sentirlas como propias y ponerme el reto de ayudar sin esperar nada a cambio, pues ahora, el reto es más grande.» Este primer rol le permitió conectar con sus raíces y, a través de sus acciones, demostrar que la verdadera realeza reside en la generosidad y la entrega.

«Lo que me motivó a participar como candidata a reina de la provincia fue el deseo de inspirar a la juventud y, sobre todo, a las mujeres,» relata Yuleidy,

Para Yuleidy, ser parte de Chinchipe es un regalo. «Chinchipe no es solo un lugar; es belleza en cada rincón: selva, montañas, ríos y lagos. Es cultura ancestral y una riqueza natural inigualable,» expresa con emoción. Describe a su cantón como «fácil de querer, difícil de entender e imposible de olvidar,» y destaca la humildad y generosidad de su gente. En sus palabras se percibe un amor profundo por su tierra, donde cada paisaje y cada tradición representan un pedazo de su identidad.

«Chinchipe no es solo un lugar; es belleza en cada rincón: selva, montañas, ríos.

Los valores y la influencia de su familia

Yuleidy reconoce que su visión proviene de la enseñanza de sus padres, Stalin Manuel Veintimilla Figueroa y Diana Maribel Abad Jaramillo. Su padre, ingeniero en sistemas, y su madre, licenciada en enfermería, le inculcaron principios y valores que forman la base de su personalidad. “Gracias a ellos soy una mujer con valores y visión, que lucha por lo que se propone. Ellos me enseñaron que los sueños se alcanzan con esfuerzo y constancia,” afirma Yuleidy, destacando el rol fundamental de su familia en su vida.

Desde que asumí y logré ser la representante de la belleza y de la mujer brillante de Zamora Chinchipe, Yuleidy ha definido su misión: trabajar por las personas vulnerables y promover el turismo en su provincia. Consciente del potencial turístico de Zamora Chinchipe y su estratégica ubicación, que limita con Loja, Morona Santiago y Perú, ella se ha propuesto no solo fortalecer su obra social, sino también visibilizar las riquezas naturales y culturales de su provincia. Para Yuleidy, la belleza de Zamora Chinchipe no se encuentra solo en sus paisajes, sino en el calor de su gente y en el espíritu incansable que impulsa a su comunidad.

La flamante soberana envía un mensaje vigoroso a todas las mujeres de su provincia: «Luchemos por nuestros sueños; si los soñamos, podemos lograrlos.» Para ella, el amor propio es la base de todo, un pilar desde el cual las mujeres pueden enfrentarse a los desafíos de la vida, ya sea para emprender, educarse o construir una carrera sin miedo al fracaso. Con orgullo declara: “Mi corazón y mi alma abrazan fuertemente a esa mujer que lucha por sus sueños. ¡Viva Chinchipe, cuna de mujeres fuertes, inteligentes y empoderadas!”

Luchemos por nuestros sueños; si los soñamos, podemos lograrlos.»

La representante de la belleza se perfila como una joven comprometida con el desarrollo de su pueblo, una voz inspiradora y una embajadora de los valores de Chinchipe. Su ejemplo motiva a una nueva generación de jóvenes que buscan no solo soñar en grande, sino también contribuir al crecimiento y bienestar de su provincia. Su reinado será, sin duda, una oportunidad para seguir robando sonrisas, promoviendo su cultura y llevando en alto el nombre de su querido Zumba y de Zamora Chinchipe.

“Mi corazón y mi alma abrazan fuertemente a esa mujer que lucha por sus sueños. ¡Viva Chinchipe, Viva Zamora Chinchipe cuna de mujeres fuertes, inteligentes y empoderadas!”